Empezando por los carneros, deben palparse los testículos para descartar problemas de heridas, adherencias, falta de desarrollo, criptorquidia, entre otros. También es de fundamental importancia la extracción de sangre para análisis de brucelosis. El carnero que dé positivo a la enfermedad debe descartarse, nunca utilizar, pues en esta especie, la enfermedad es venérea, por lo que se difunde muy rápidamente.
En cuanto a las ovejas, debería revisarse detenidamente la región perianal para descartar problemas de heridas, generalmente producidas durante la esquila y que al cicatrizar conducen a estrecheces vulvares.
La región debe estar libre de lana para facilitar el servicio y no lastimar al carnero.
No olvidar revisar pezuñas de ovejas y carneros. Recortarlas si hace falta.
En cuanto a la suplementación mineral, nunca deben faltar bateas que contengan en forma permanente una mezcla de sal yodada con cenizas de huesos o sea hueso calcinado y molido finamente, en partes iguales. Debería hacerse análisis de este suplemento para asegurarse que la misma contenga por lo menos 6% de fósforo.
Si a la mezcla se le adiciona cobre, zinc y selenio, mucho mejor. Estos microelementos esenciales deberían adicionarse entre 0.5% a 1.0 % de cada uno de ellos.
En cuanto la desparasitación, recomendamos usar un endectocida, de preferencia doramectina, ya que es casi la única droga aún no resistente a endoparásitos ovinos. La misma actúa además muy satisfactoriamente contra sarna, bicheras, ura y otros ectoparásitos.
Las desparasitaciones con este producto deberían hacerse cada 3 a 4 meses.

VACUNACIONES
Aftosa: Debe vacunarse la majada completa, excepto los corderitos menores de una semana de edad. Seguir plan sanitario de Senacsa.
Enterotoxemia: La vacuna debe contener todos los Clostridiums patógenos, especialmente el Cl. perfringens tipo D, productor del temido y mortal riñón pulposo. Enterotoxemia es la enfermedad más difundida en la ovejería mundial.
Otras vacunaciones importantes: carbunclo bacteridiano, mancha, gangrena gaseosa, neumonía lanar, tétanos, pietín, ectima y oftalmía contagiosas.
Todas estas vacunas deben aplicarse anualmente. Si aparecen casos, reforzar la vacunación una segunda vez.
En el momento de la esquila (noviembre es el mes más indicado), debe administrase doramectina a fin de prevenir las temidas bicheras por heridas producidas con la tijera.
El mismo tratamiento debe implementarse en la castración, señalada y descole de corderos. En trabajos realizados por el autor en un establecimiento ganadero ubicado en la localidad de Cecilio Báez, Dpto. de Caaguazú, se demostró la alta eficacia de doramectina contra bicheras entre lotes tratados versus no tratados. Por último, no debemos olvidar otro grave problema sanitario de la ovejería: la toxemia de preñez.
Si notamos a ovejas preñadas apartadas de la majada con temblores o caídas debemos administrar de inmediato 500 ml. de suero glucosado al 5% por vía yugular.
Además, dar por la boca, un litro de glicerina al 50% con agua tibia, más un corticoide vía intramuscular.
Estos tratamientos deben realizarse diariamente hasta la completa recuperación del animal.
Recordemos que una oveja con toxemia casi siempre es mellicera y que con su muerte estaremos perdiendo tres animales.