Cargando...
Por ser una pastura tropical, la brizantha resiente mucho las heladas del invierno, pero a pesar de esto, muchos productores del Ñeembucú ya implantaron la especie en sus parcelas y lograron resultados muy positivos para el engorde de ganado vacuno.
En cuanto a su diseminación, ella se multiplica de forma casi natural, una vez que la semilla este madura y caiga al suelo. También se disemina por las heces de los animales, que consumen las pasturas y defecan en el terreno. En algunas zonas, se vuelve, incluso, invasora por el acelerado desarrollo que presenta.
COMPORTAMIENTO
Posterior a la brachiaria brizantha, llegaron sinnúmero de variedades de pastura, cuyo objetivo es la producción de forraje. Sin embargo, a pesar de las múltiples alternativas, el productor debe comprender que no existe un pasto milagroso. Es recomendable utilizar aquellas especies adaptadas a determinado ambiente, teniendo en cuenta que cada ecosistema es diferente.
El secreto del rendimiento y la máxima productividad de una especie está en el manejo de la pastura, de la carga animal, en respetar los ciclos biológicos de las especies, entre otros.
CONVERSIÓN DE CARNE
La brachiaria se adecua a la asociación con otras leguminosas, lo cual es positivo y permite una carga de seis animales por hectárea, de acuerdo a la literatura. La especie soporta muy bien esta cantidad de cabezas, aunque, lo fundamental es conocer el tiempo de pastoreo necesario para adquirir buenos rendimientos.
La ganancia de peso vivo, mediante pasturas implantadas, es de 1000 a 1500 g por día. Igualmente, una fertilización química nitrogenada con urea, por ejemplo, mejoraría la producción de forraje verde para obtener mayor cantidad de proteína bruta en los músculos del animal, que finalmente repercute en más kilogramos a la hora de pasar por la balanza.
(*) Especialista en pasturas