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Para que exista competitividad y eficiencia en un sistema de producción ganadero, las vacas deben estar ciclando luego de un parto lo más rápido posible para conseguir alcanzar la meta básica de todo sistema de producción de bovinos de carne, que consiste en la producción de un ternero por vaca cada año.
La baja eficiencia reproductiva compromete la performance física y económica en la ganadería, al aumentar los costos de producción debido a bajos índices de preñez, y esto lleva a que la tasa interna de retorno del negocio ganadero baje drásticamente. A su vez, los periodos de servicio se vuelven más prolongados, lo que implica producir terneros destetados con menor edad y, consecuentemente, con menor peso. Finalmente, aumenta la tasa de descarte y disminuye la velocidad de crecimiento del hato ganadero, que es justamente un tema preocupante en Paraguay.
CÓMO MEDIR EL ESTADO NUTRICIONAL DE LAS VACAS
Uno de los parámetros más utilizados, pero no el único, para medir el estado nutricional y las reservas de energía en vacas de cría es la condición corporal (CC), y puede utilizarse un rango de1 a5 o de1 a9, siendo el más común el primero. Este parámetro se utiliza para visualizar con antelación si una vaca quedará preñada durante la época de servicio. Sin embargo, no es la única variable que se debe tener en cuenta para obtener buenos resultados reproductivos.
Vacas que llegan al parto con baja condición corporal presentan dificultad para volver a gestar y aumenta el intervalo del primer celo posparto. Paradójicamente, vacas con buena condición corporal no necesariamente aseguran buenos índices de preñez. Vacas con buena condición corporal, pero que se encuentren perdiendo peso, probablemente no se preñarán, así como vacas con condición corporal menor, pero que estén ganando peso pueden quedar gestantes.
Por su parte, vacas muy gordas, es decir, con excesivos niveles de grasa corporal, tampoco aseguran buen desempeño reproductivo; por el contrario, el desbalance hormonal ocasionado por este exceso suele evitar que las vacas puedan gestar, como ocurre frecuentemente en el Chaco central, en vacas sobre pastura de alta producción, principalmente sobre Gatton Panic.
BALANCE NUTRCIONAL DURANTE LA GESTACIÓN
La nutrición durante la gestación es un punto muy importante que debe tenerse en cuenta para obtener niveles productivos óptimos. La escasez o penuria nutricional en vacas, durante este periodo, generan retardo en el crecimiento y desarrollo fetal, afectando al aparato gastrointestinal y, por ende, al crecimiento postnatal, además de aumentar la ocurrencia de morbilidad y mortalidad posnatal.
Menores pesos al destete se registran en lotes de teneros cuyas madres sufrieron algún tipo de desbalance nutricional durante la gestación, y tiempos de terminación mayores que aquellos animales que recibieron los nutrientes necesarios durante su buen desarrollo embrionario. El sistema inmunológico también se ve afectado si fue insuficiente la nutrición durante la gestación, afectando el buen desarrollo futuro de las crías.
La nutrición fetal es también importante para obtener carne de calidad en el futuro y buen rendimiento de los animales destinados a engorde, ya que durante la gestación se da el desarrollo muscular que está definido por el número y la longitud de las fibras musculares.
Al ser el músculo esquelético un tejido de menor importancia relativa que los que conforman otros órganos vitales de los bovinos, en la repartición de nutrientes durante el desarrollo fetal se prioriza aquellos órganos vitales y así se conciben animales que tendrán escasa masa muscular en el futuro, y esta será de calidad inferior.
La formación de grasa intramuscular está ligada fuertemente a la formación de músculos y, por tanto, del marmóreo, la terneza, el sabor y la jugosidad de la carne. Animales subnutridos durante su formación producirán carne de baja calidad y palatabilidad, a diferencia de aquellos que reciben todos sus requerimientos nutricionales.
ASPECTOS REPRODUCTIVOS RELACIONADOS A LA NUTRICIÓN
Otro factor que es influenciado directamente por la nutrición de la madre, en la etapa gestacional, es la fertilidad de sus crías. La formación de los órganos reproductivos de estas se da en el primer tercio de la gestación, tanto en machos como hembras, así como también la formación de los ovocitos. El tamaño de los testículos y ovarios está relacionado a la cantidad de nutrientes recibidos por el feto durante su gestación, y esto determina la fertilidad futura de los animales. La cantidad de ovocitos, que posteriormente darán origen a los óvulos, representa la reserva ovárica de las hembras, y también está estrechamente influenciada por la nutrición fetal, siendo menor la cantidad de ovocitos producidos en situaciones de mal nutrición y, por tanto, la vida reproductiva se verá comprometida. La edad a la que llegan a la pubertad también se ve influenciada por una nutrición deficiente en la gestación, afectando directamente a la reposición de la hacienda de cría y retrasando las mejoras genéticas que se buscan introducir al hato, golpeando directamente al bolsillo del productor.
EXPERIENCIAS CON RESTRICCIÓN ALIMENTICIA
“En el establecimiento de cría de Alte Heide estamos realizando diferentes manejos nutricionales en vacas primerizas, obteniendo resultados claramente positivos. Uno de los manejos nutricionales que realizamos con éxito consiste en restringir levemente la alimentación a las vacas preñadas en el último trecho de la gestación, de cuatro a seis semanas antes del parto, cuando el desarrollo biológico del ternero ya está consolidado, evitando así que las mismas lleguen muy pesadas al momento de la parición y se produzcan partos distócicos, lo que ocurre cuando el feto es sobrealimentado en el último tercio de la gestación, principalmente en pastura.
Las vacas que fueron sometidas estratégicamente a la restricción alimentaria controlada preparto son llevadas luego del nacimiento del ternero a potreros con suficiente pasto de calidad, especialmente reservados para el efecto, con el objetivo de que vuelvan a entrar a un balance nutricional positivo y esto estimule la actividad ovárica y disminuya el intervalo del primer estro posparto. Dicha restricción alimenticia permite que las hembras recuperen rápidamente su condición corporal y se vean sobreestimuladas, y comienzan a ciclar mucho más rápido que en situaciones consideradas normales.
Se debe aclarar que este tipo de manejos puede realizarse solo en condiciones de suficiencia de forrajes de calidad, a diferencia de aquella en las que el forraje es restricto o de menor calidad.
VENTAJAS DEL SISTEMA
Con esta estimulación conseguimos aumentar en 15 % la cantidad de terneros cabeza de parición, lo que se tradujo en un aumento de10 kgen el peso promedio de destete del lote. En términos monetarios, este incremento significa alrededor de 5 % más en los ingresos por venta de terneros, sin ningún costo extra, solo con la sistematización del proceso mencionado.
Adicionalmente, se logró acortar la temporada de servicio, lo que implica una mejora en el control de los trabajos reproductivos y el aprovechamiento más eficiente de los recursos humanos y materiales disponibles.
Esta restricción alimentaria preparto se realiza en corralones con el sistema de autoconsumo de heno, con el cual se puede regular la ingesta de alimento, además de permitir un mayor control de la parición, ya que los terneros nacen en los corralones, facilitando el control por parte de los personales de campo, disminuyendo así la merma posparto que, generalmente, se da por el control inadecuado del recién nacido.
La restricción a la ingesta en las vacas debe ser controlada y la disponibilidad forrajera, para liberar a las hembras luego del parto, tendrá que ser suficiente para lograr los objetivos mencionados. En condiciones de menor calidad forrajera o menor disponibilidad, se debe recurrir a otros tipos de manejos nutricionales para asegurar, por un lado, buenos índices reproductivos y, por otro lado, el buen desarrollo fetal de los terneros. Sales minerales, sales proteicas, concentrados proteicos y energéticos, y henos de buena calidad son algunos productos que permitirán una buena nutrición durante la gestación de las vacas, en estos casos. Además, se debe tener especial cuidado con las vacas primerizas, cuya reproducción se ve siempre más comprometida que la de las vacas multíparas.
(*) Gerente de campo de Alte Heide