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La literatura que aborda esta problemática estima que, para el año 2050, una de cada 45 personas será un migrante ambiental y eso llevará a unos 200 millones de personas. Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones propone la siguiente definición: “Los migrantes ambientales son personas o grupos de personas que, por razones imperiosas de cambios repentinos o progresivos en el medio —que afectan negativamente la vida o las condiciones de vida— se ven obligados a abandonar sus hogares habituales, o deciden hacerlo, ya sea de forma temporal o permanentemente, y que se mueven ya sea dentro de su país o hacia el exterior”.
PARAGUAY, MIGRACIÓN Y CAMBIO CLIMÁTICO
En Paraguay, este es un fenómeno real. Basta recorrer zonas del Chaco y la región oriental para comprobar esto. Los asentamientos cercanos a la capital, como los que pueden observarse en la zonas de J. A. Saldívar, Capiatá, Itá, son otros ejemplos; aquellas regiones en donde las poblaciones originarias fueron desplazadas, con sus bosques prácticamente expoliados, nos permiten afirmar que hay zonas geográficas del país más vulnerables que otras, y que muchos agricultores y pobladores, cuyas vidas dependían de su entorno, han tenido que emigrar de sus habitas naturales por las causas ya expuestas. Como en otros países, el número de personas que viven en los centros poblados ya superó a las que viven y producen en las zonas rurales; y es posible que esta tendencia prosiga en aumento. Por eso es que se insiste en fortalecer el segmento de la agricultura familiar, de dotarle de tecnologías accesibles, ofrecerle la debida y efectiva asistencia técnica, alternativas de industrialización de su producción, de facilitarle caminos de todo el año y la venta asegurada de sus productos a buen precio.La FAOtambién coincide con este planteamiento.
FAO, AGRICULTURA, SEGURIDAD ALIMENTARIA Y COP 22
“El mundo debe actuar con rapidez para ampliar las acciones y aspiraciones frente al cambio climático, aseguró el director general dela FAO, José Graziano da Silva, a los delegados que estuvieron enla Conferenciade las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22) que se celebró en Marrakech, Marruecos. Señaló que el impacto del cambio climático en la agricultura, incluyendo los cultivos, la ganadería, silvicultura, pesca, la tierra y el agua está ya socavando los esfuerzos globales para garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición. Y, en este contexto, los pobres rurales, potenciales migrantes ambientales, son los más afectados. De ahí el papel clave que juega el capacitar e invertir en una agricultura resiliente al clima y en una ganadería sostenible que sea parte de una solución responsable ante la degradación ambiental. Por su parte,la COP22 acordó avances en materia de financiación climática. Es así que los países desarrollados se han comprometido a aumentar a partir del 2020 los montos que destinarán anualmente para la financiación climática, los que provendrán de fuentes públicas, privadas, de los mercados de carbono y otras.
CONCLUSIÓN
Paraguay tiene la excelente oportunidad de ser beneficiario y utilizar responsablemente la financiación climática que ofrecerán los países más desarrollados, además de aplicar otras estrategias locales ya reconocidas. En efecto, las estrategias de minimización y mitigación existen, pero hay que aplicarlas y adaptarlas; se deben mostrar sus resultados para el bienestar de todos.
(*) Especialista en Comunicación Rural