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1) Comprar miel de un proveedor o apicultor de confianza.
2) Verificar que el producto tenga identificación, etiqueta, sello o propaganda que se responsabilice por la calidad del producto.
3) No comprar miel en envases de color oscuro, ya que es casi seguro que esté adulterada.
4) Algunas personas que comercializan la miel por la calle introducen en el interior de los envases restos de abejas y panales. No dejarse engañar por esta artimaña. Los restos de abejas y panales además de provocar la fermentación del producto, son señal de mal manejo, mal manipuleo y falta de cuidados en la higiene del producto, que puede ser perjudicial para la salud.
5) Una forma de comprobar la autenticidad de la miel es observando el proceso de cristalización de ésta, que pasa de un estado líquido a sólido pastoso.
SELECCION DE LA MIEL
La preferencia de consumir miel cristalizada o pastosa, comparando con la miel líquida, no está generalizada en el Paraguay, a causa de la falta de buena información de los consumidores, que creen que el producto cristalizado no es genuino y dejan de lado su consumo. En otros países, en cambio los consumidores prefieren la miel cristalizada, ya que su estado pastoso facilita el consumo, permitiendo untarla al pan. En nuestro medio existe la creencia de que toda miel cristalizada está adulterada con azúcar, lo que no es cierto.
La miel adulterada también sufre un proceso de cristalización, pero existe una diferencia en el proceso registrado anteriormente con la miel de buena calidad, y es fácil de hacer la distinción correspondiente.
En la miel natural, la cristalización comienza desde abajo, es decir, desde el fondo del envase que la contiene y va progresando uniformemente hasta lograr una cristalización total dentro del mismo.
Sin embargo, con la miel adulterada no sucede lo mismo, pues la cristalización no es total ni uniforme, sino parcial, lo cual puede comenzar en cualquier parte del envase; y los cristales de azúcar no son finos, sino por el contrario, gruesos y duros, lo que dificulta su consumo.
No todas las mieles pueden cristalizarse fácilmente. Se hace difícil la cristalización natural de aquellas que sufrieron un proceso de calentamiento en su fabricación, con el fin de eliminar probables impurezas. Si la miel no cristaliza, se pueden realizar unos sencillos experimentos caseros:
a) El gusto es una buena manera de catar la miel, su sabor debe ser dulce, ácido y amargo.
b) El aroma debe ser penetrante parecido al aroma del polen.
c) Su textura es otra forma de saber si la miel tiene algún porcentaje de azúcar.
Pruebe con sus dedos la textura de la miel. Esta tiene que ser suave y de fácil desprendimiento de sus dedos, si la miel se estira como goma de mascar indica la presencia de azúcar en el producto.
La presencia de grumos o pequeñas burbujas en el envase dan la muestra clara de la fermentación por la mezcla de azúcar en la miel.
LA MIEL PARAGUAYA
Los tipos de miel que se producen en el Paraguay varían del color ámbar claro hasta el oscuro. Esto es debido a la gran variedad de plantas melíferas que existen en el clima subtropical.
En general, las mieles que se producen en el bajo Chaco, el centro y sur de la Región Oriental son del tipo ámbar claro, mientras que las oscuras corresponden a las producidas en las regiones del alto Chaco.
El sabor y el olor varían del suave al fuerte y aromático; en general, las mieles producidas en estas regiones subtropicales tienen olor y sabor más fuertes que las mieles del mismo tipo producidas en las regiones templadas.
La miel es un producto vegetal elaborado mediante el néctar de las flores extraído por las abejas. Dicho producto es modificado y transformado, concentrado y depositado en las celdillas del panal, mediante el trabajo de dichos insectos, desde donde es extraído por el apicultor. La miel no es sometida a transformaciones, modificaciones, purificaciones y mejoras, ni a ningún tipo de manipulaciones industriales que hacen peligrosos y nocivos los alimentos modernos en su mayor parte. Por consiguiente, la miel, un alimento natural ideal no refinado, que conserva todos sus componentes. No sucede lo mismo con el azúcar y otros alimentos refinados. La miel es un azúcar natural, ideal para la alimentación, porque en su composición entran azúcares simples: glucosa y fructosa, que no necesitan transformación por los jugos digestivos para que sean asimilados. Por lo tanto, casi la totalidad de los azúcares contenidos en la miel, una vez ingeridos, pueden ser asimilados y pasar a la sangre donde proporcionarán calor y energía. Además de su alto contenido de azúcar, la miel posee una diversidad de sustancias indispensables para todo organismo vivo. Así encontramos en la miel, entre otras, vitaminas del grupo B y vitamina C. Entre ellas, tiene una extraordinaria importancia la vitamina B1, tiamina, ya que la misma cumple una función primordial durante el proceso de digestión de los azúcares, dulces, harinas, sin lo cual no se completa el proceso digestivo.
En efecto, durante el proceso de digestión, todas estas sustancias se transforman en glucosa; para que esta glucosa sea utilizada por el organismo y proporcione calor y energía, es necesario que sufra un ciclo de transformaciones sucesivas por el proceso de oxidaciones lentas.
En este proceso se forma ácido pirúvico, como producto intermedio que, en condiciones normales, se transforma luego en ácido láctico. Para completar estas transformaciones, son indispensables las vitaminas, especialmente la vitamina B1, porque determina la utilización de combustible para el organismo. Contiene también importantes enzimas, sustancias que facilitan la digestión y, en razón de su elevado contenido, la miel ocupa uno de los principales lugares entre los productos alimenticios.
Entran también en la composición de la miel, sales de calcio, hierro, fósforo, etc. Los componentes restantes están representados por proteínas, ácidos orgánicos, y pigmentos vegetales.
En los Estados Unidos de Norteamérica se considera a la miel como un magnífico complemento de la leche en la alimentación de los niños, por sus buenas cualidades, fácil digestión, rápida absorción y agradable sabor; también se la usa con mucha aceptación en los hospitales de niños del país del norte.
De modo que se puede deducir que la desnutrición no es, en muchos casos, el resultado de la ingestión de una cantidad deficiente de alimentos, sino por el contrario, por la falta de consumo de los alimentos adecuados. Por lo tanto, al consumir miel, no solamente proveemos de energía al cuerpo, sino también de un alimento natural ideal de gran valor para todos los procesos de nuestro organismo.
El polen es el elemento masculino de la reproducción vegetal. Las abejas lo encuentran en las flores en forma de finísimo polvito, cuando entran a libar el néctar que convertirán en la alimenticia y deliciosa miel.
Las abejas recolectan el polen en sus patitas traseras, en forma de pequeñas confituras de tamaño y forma irregular, de gusto entre azucarado y más amargo, y de los colores de las flores de que provienen.
El producto viene resguardado con una triple cutícula para evitar que se humedezca, salvándolo de los hongos.
Una parte del polen la depositan en celdillas, siendo el elemento básico que usarán las abejas para producir la jalea real, mezclando sus glándulas salivales con la miel, cada vez que tenga que alimentar a la reina y a las larvas. Nosotros también podemos mezclar la miel con el polen para consumir.
No hay depósito de jalea real en las colmenas; para uso humano se la extrae de las diminutas porciones que las abejas nodrizas depositaron en las celdillas para alimentar a la reina y a las larvas. Quienes prefieren consumir jalea real, deben enterarse del origen de la misma.
La otra parte del polen queda en la trampa que colocamos en la piquera de las colmenas para uso humano. La dosis recomendada es de una cucharadita al ras, 3 veces al día, preferiblemente diluyéndolo en la boca -para los niños dos cucharitas-. En pocos casos podría dar reacciones alérgicas, entonces reducir la dosis o consultar con un especialista en nutrición.
Para aliviar el recargo de trabajo mental y/o físico se puede aumentar la dosis.
Es un tónico energético revitalizador excepcional.
Aumenta en los anémicos la hemoglobina y el número de glóbulos rojos.
Es bueno para curar síndromes depresivos.
Se recomienda para pacientes con cuadros de agotamiento mental y para los alcohólicos.
Vigoriza el debilitamiento físico y la lucidez mental. Normaliza la función intestinal y cura las enteritis más rebeldes. Estimula el crecimiento y el desarrollo de los niños.
Es recomendado para los niños raquíticos y mentalmente atrasados. Es lo mejor que se conoce contra la prostatitis en su fase degenerativa, aumentando la dosis hasta curarse, luego se disminuye, pero se aconseja siempre acudir al médico.
El polen combate la jaqueca, la hipertensión y los estados nerviosos y de ansiedad.
Este producto de las colmenas eleva la resistencia de las paredes capilares preservando de las hemorragias cerebrales, oculares y cardíacas. Provoca un estado general de optimismo y alegría de vivir, consiguiéndose una sensación de rejuvenecimiento.
Y, por último, devuelve energía y salud a las personas de edad.
CONTENIDO ALIMENTICIO
El polen contiene 21 de los 23 aminoácidos esenciales para la vida, además es una fuente muy rica de proteínas (26% en promedio); también contiene las vitaminas A, C, D, E, M, B1, B2, B3, B6, y B12; sus componentes minerales son calcio, fósforo, potasio, magnesio, hierro, manganeso, silicio, azufre, cloro, cobre, sodio y titanio.
El polen está compuesto en un 11% de aminoácidos esenciales libres, el 29% de azúcares: fructosa, glucosa, estaquinosa, sacarosa, refinosa, pentosa; el 5% son aceites vegetales; 3 a 4% de agua; otros componentes del polen son la biotina y rubina, las enzimas digestivas, la lectina, ácido láctico, ácido glutámico, peptona, hormonas de crecimiento, esteroides, venoides guanina, xantina, hiposantina, nucleina, pelipeptidos, ácido hexóronico, ribosa, desoxirribosa, entre otros. El polen es una maravilla de la naturaleza.
LA JALEA
La jalea real es un producto muy cotizado por sus propiedades curativas, regeneradoras y energizantes.
La jalea real es una sustancia cremosa de color blanco leche altamente nitrogenada con olor levemente picante y de un gusto amargo ácido. Es segregada por la abejas obreras de cinco a quince días de edad.
Presentación: En nuestros días, la jalea real se puede encontrar en forma natural o en cápsulas.
Para adquirir en forma natural se deben tener en cuenta las siguientes observaciones:
a) Adquiera el producto en establecimientos experimentados en la producción de jalea real y otros productos de la colmena.
b) La jalea real natural o cruda es altamente vulnerable a las temperaturas elevadas, a la luz y al calor.
c) La jalea real pura se debe adquirir congelada; ya que su conservación óptima se produce entre los 10º C bajo cero a 12º C bajo cero.
d) El envase debe ser preferentemente oscuro; si es transparente se debe cuidar no exponerlo a la luz.
e) La comercialización, sin tener en cuenta estas medidas, atentan contra la salud y la economía del consumidor, ya que la supuesta jalea real puede ser mezcla de leche en polvo, ácido cítrico y clara de huevo. Su precio es considerablemente más elevado en el comercio autorizado que en el comercio ambulante.
Fuentes:
Dr. Mario Bianchi
Enrique Maas
Lic. Miguel Angel Guajardo