Microorganismos eficaces en tomate - Ing. Agr. Jorge Martínez (*)

Los microorganismos eficaces, también conocidos como tecnología EM, contienen bacterias acidolácticas, fotosintéticas, levaduras, actinomycetos y hongos fermentadores, cuya aplicación está muy difundida en la agricultura, desde el acondicionamiento del suelo para la plantación, producción de sustrato para almácigo en viveros, supresión de microorganismos patógenos, aprovechamiento de residuos orgánicos agrícolas y pecuarios; así como en la transformación de compost.

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Actualmente, varios productores de tomate de Cordillera y Central, que apuestan a la sostenibilidad, han comenzado a adoptar la tecnología EM en su proceso de producción, debido a que muestra un alto grado de eficacia en el combate de enfermedades causadas por bacterias; además de ser un componente importantísimo en la mejora de la productividad.

Algunas enfermedades de importancia económica que afectan al cultivo del tomate son: la mancha bacteriana, la peca bacteriana y la Ralstonia solanacearum que aparecen en épocas de lluvia o exceso de humedad en el suelo (también puede ser provocado por el riego artificial). Estas afecciones, no solo reducen la calidad del fruto, ocasionando la pérdida del valor comercial, sino, además, tienen efectos devastadores en la planta, lo que repercute negativamente en la rentabilidad del productor.

ACTIVACIÓN DE MICROORGANISMOS

Los microorganismos presentes en el EM se encuentran en estado de latencia, por lo cual deben ser activados antes de usarlos. Para el proceso de activación, se coloca 1 litro de EM más 1 litro de melaza de caña de azúcar en un recipiente de 20 litros. Se agregan 18 litros de agua y se disuelve bien hasta formar una solución homogénea; se cierra herméticamente y se deja fermentar durante siete a 10 días. El preparado estará listo cuando presente un olor agridulce agradable y existe un cambio de color de café-oscuro a café-anaranjado. El EM activado debe ser utilizado durante los 45 días siguientes para asegurar su mayor eficacia.

APLICACIÓN

La dosis que se utiliza es de cinco litros de EM activado por parcela cada ocho o 15 días. Las parcelas tienen una medida de 4000 m2, cada una con una densidad de 8000 plantas. El momento de la aplicación se inicia en la etapa de preparación del terreno y continúa durante el desarrollo del cultivo. Los organismos benéficos también se utilizan para la transformación de residuos de cosecha y estiércol, en un abono orgánico tipo bocashi, que significa abono orgánico fermentado. Se aplica a razón de 0,5 a 1 kg/ m2, el cual tiene uno de los mayores efectos en el control de la Ralstonia solanacearum en el cultivo de tomate.

Actualmente, el rendimiento promedio de estos productores es de 3 kg/planta. Sin embargo, con la utilización de la tecnología EM y la incorporación de las buenas prácticas agrícolas puede llegar hasta los 7 kg/planta.

(*) Especialista en producción agrícola

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