El cocotero o mbokaja (Acrocomia totai Mart) es una planta nativa del Paraguay. Se desarrolla en forma silvestre principalmente de norte a sur de la Región Oriental, en una franja de unos 150 kilómetros de ancho al Este del río Paraguay. Aun dentro de estas regiones geográficas, el mbokaja solamente crece en terrenos relativamente altos, con buen drenaje, que tienen la característica de poseer suelos sueltos arenosos rojos (entre 65 y 80% de arena), con un pH de entre 5,0 y 6,5.

Crece en forma abundante en las faldas de los cerros de la Cordillera de los Altos como en el cerro de Yaguarón; cerro de Acahay, en Paraguarí, Valenzuela, Piribebuy, Altos, Cordillera de Ybytyruzú (Mbocayaty del Guairá, Villarrica, San Salvador). El mbokaja no crece en los suelos bajos, arcillosos, no permeables.

Para dar un ejemplo: una observación interesante es la que se puede realizar en la ruta Coronel Oviedo-Yataity, donde prevalecen los terrenos planos, con escasa vegetación, pero en las pequeñas lomadas que de vez en cuando aparecen, se observan plantaciones naturales de mbokaja. Lo mismo se observa en la ruta Carapeguá-Acahay. Observación preocupante es que en nuestras chacras no existe renovación de las plantas de mbokaja, que hoy en su mayoría se están volviendo viejas. Es muy escasa la presencia de plantas jóvenes. Como las plantas de mbokaja están dentro de su chacra, el agricultor no toma precaución alguna, y al efectuar la carpida, con su azada corta las plantitas, impidiendo de esa manera su crecimiento, lo que anula el reemplazo de las plantas viejas por nuevas. Este es un detalle que el agricultor ni remotamente tiene en cuenta.


VARIEDADES
Se conocen 25 variedades de mbokaja, pero apenas tres son las realmente rentables para el cultivo. Por eso es interesante individualizar bien estas variedades para emprender su cultivo racional. Preparar un cultivo a partir de las semillas significa tener que esperar por lo menos dos años para que ella germine.

No obstante, para acortar este tiempo de germinación, los ingenieros Alvarez y Bartrina, del Instituto Agronómico Nacional (IAN) de Caacupé, realizaron estudios de germinación in vitro, en tiempos que variaron de entre 110 y 170 días, con un período de aclimatación de 60 a 80 días, después del cual obtuvieron plantas sobrevivientes en aproximadamente 40%. Valdría la pena seguir profundizando estos estudios y experimentaciones para ir asegurando una germinación rápida, a partir de semillas de variedades conocidas, e ir mejorando el rendimiento de plantas sobrevivientes.
El cultivo del mbokaja es ideal para el pequeño agricultor. Es interesante que él tome conciencia, y tenga por lo menos una hectárea en su chacra. El tiempo particularmente largo que lleva la germinación, hasta el momento, determina cultivarlo directamente a partir de plantines que se encuentran al pie de plantas madre cuidadosamente seleccionadas. El cultivo se realiza desde abril-mayo hasta septiembre-octubre, en densidades variables: desde 400 hasta 780 plantas por hectárea, según el tipo de suelo, la pendiente del terreno y trazando curvas de nivel en donde tenga mucha pendiente. Además, preparando el terreno mediante una buena arada, y en donde se cavan hoyos de 0,30 x 0,30 x 0,40, en un espaciamiento de 5 x 5 metros, que se fertiliza con una mezcla de 7 partes de suelo, 4 partes de bosta de vaca bien estacionada, una parte de estiércol de aves, otra parte de cenizas y otra de pericarpio de coco.


BENEFICIOS
Una vez implantada, se recomienda efectuar un abundante riego de cada plantita, por lo menos una vez a la semana, tres semanas seguidas, si no ha llovido. Después, la plantita se autosustenta sin ningún problema. Para aprovechar el terreno preparado y minimizar los costos, se lo asocia con otros cultivos, especialmente el poroto. También se lo puede asociar con habilla, mandioca, maíz, tártago en primavera/verano. Además, con arveja, girasol, avena, trigo en el otoño/invierno, así como hortalizas en general.

El mbokaja es el aguinaldo y la jubilación del campesino paraguayo. Tras una espera de 5 años, en que da sus primeros frutos, y por más de 90 años, su costo de mantenimiento es cero, más aún si se lo mantiene con cultivos asociados. El costo de su cultivo, incluyendo fertilización y riego, está en unos 2.600.000 guaraníes la hectárea, gasto que se realiza por una única vez. Al precio de hoy, el mbokaja cultivado puede darle al agricultor un ingreso mínimo de 5.400.000 guaraníes la hectárea por año. No conocemos un solo rubro agrícola que ofrezca esta cantidad de ingreso al agricultor, con tan poco sacrificio.