La mandioca, como los demás cultivos, presenta plagas y enfermedades que reducen rendimiento y calidad. Los distintos tipos de combate contra las mismas presentan sus ventajas e inconvenientes, aunque en el campo de la agricultura orgánica las soluciones son más interesantes, debido principalmente a lo que a salud del productor y consumidor se refiere, y a que los sistemas llamados “orgánicos” son sostenibles y no se limitan a atacar los síntomas (como lo hacen los métodos químicos), presentando antes bien una solución holística, que si bien es a veces más lenta, contribuye a solucionar un problema que va más allá de una simple plaga.


Gusano del cuerno

El “marandova” de la mandioca, conocido como gusano del cuerno o gusano cachón de la yuca en Costa Rica; primavera de la yuca en Cuba, mandarova; mandaruva o gervão en Brasil; o cassava hornworm en USA, el marandova de la mandioca, Erinnys ello ello, es una plaga muy notoria por su agresividad y por su ciclo irregular de ataque a su hospedero. Una fuerte incidencia de este insecto en su fase larval puede desfoliar en corto tiempo grandes plantaciones, y las larvas se alimentarán a continuación de los ápices en crecimiento y de las yemas laterales, y si el ataque ocurre en la fase inicial del cultivo, el rendimiento se reduce y las plantas atacadas pueden morir.

La hembra de color gris es de hábito nocturno, y puede colocar hasta 1.800 huevos de color verde sobre la superficie foliar. A los cinco días eclosionan las larvas, que varían mucho de color, amarillo, verde, negro; y alcanzan de 10 a 12 cm, luego bajan al suelo donde forman una pupa marrón o negra. La incidencia es mayor generalmente al comienzo de las lluvias, pero esta plaga es esporádica y pueden transcurrir varios años antes de que se presente un ataque severo.

No es plaga exclusiva de la mandioca, ya que el árbol del caucho o árbol de hule, Hevea brasiliensis, con daños económicos muy grandes, y el mamón son también hospederos de esta plaga. Sin embargo, según investigaciones del Departamento de Sistemática Vegetal de la Universidad de Bayreuth, Alemania, E. ello comparte con otras dieciséis Sphingidae el rol de polinizador de la flor nacional de Nicaragua: el sacuanjoche o frangipani, Plumeria rubia. Entre estas dieciséis Sphingidae se encuentran otras dos especies de Erinnys (E. crameri y E. oenotrus).


Consecuencias del ataque en mandioca

Una consecuencia indirecta que se ha notado a campo es que las plantas afectadas por la voraz defoliación presentan raíces amargas, mandi'o ro, debido principalmente a la reducción del área fotosintética, lo que contribuye a la reducción del contenido de almidón frente al de compuestos ciánicos, así como su rendimiento en cantidad. Sin embargo, aunque cada larva consume un promedio de 1.100 cm2 de área foliar durante su ciclo de vida como tal, dos semanas, las plantas pueden tolerar grandes poblaciones en condiciones ambientales favorables, pudiendo presentarse defoliaciones de hasta un 80% sin que disminuya el rendimiento de raíces. También existen informes sobre transmisión del añublo bacterial de la mandioca, Xanthomonas campestris pv. manihotis, por las larvas del marandova.

Existen además varios enemigos del marandova en todos sus estadios: depredadores (microhimenópteras, moscas, avispas) y parásitos (Trichogramma, utilizado en un 26% del área productiva de yuca en Cuba por parte de los Centros de Reproducción para Entomófagos y Entomopatógenos, CREE, Apantheles, moscas Tachinidae y un hongo del género Cordyceps) siendo muy interesante la acción del Bacillus thuringiensis y el baculovirus específico de la plaga (Baculovirus erinnys).

Un producto muy interesante para el combate de esta plaga es el Virus de la Poliedrosis Nuclear (VPN), cuya fuente son los cuerpos de inclusión poliédrica producidos en larvas de lepidópteros. Es altamente infectivo y tóxico para invertebrados, pero totalmente inocuo para mamíferos (The Pesticide Manual, British Crop Protection Council, 1997). En esta característica tanto como en el efecto sobre los insectos, es similar al Bacillus thuringiensis, ya que a las 48 horas de aplicación, las larvas enferman y, moribundas, suben a la parte superior de la planta donde quedan adheridas y colgando de las hojas, donde finalmente mueren. El producto es utilizado para la protección de aguacate, algodón, banano, cítricos, flores, frijol, hortalizas, melón, soja, tomate, tabaco y mandioca.

Combinación de cultivos: una solución práctica

La influencia del ataque del marandova es mayor en suelos pobres que en los fértiles. En una experiencia en la finca demostrativa del Centro de Extensión Santo Domingo, Colonia Independencia, departamento de Guairá, se cultivó una parcela con canavalia entre liños de mandioca, junto con otra parcela de mandioca en monocultivo. Amén de la mejora en el rendimiento de este rubro y reducción de las carpidas anuales de tres a sólo una, el aumento de la retención de agua en el suelo cubierto por mandioca y canavalia y el aumento del área foliar de la mandioca en policultivo, la defoliación debida al ataque del marandova fue inferior al 10% y sólo en el borde expuesto del lote, mientras que en el lote testigo, en monocultivo, este índice fue cercano al 90%.

Pueden concluirse algunas hipótesis con respecto a este fenómeno:

1. Aroma: Los insectos se guían también por el olfato para encontrar sus hospederos. La combinación del aroma de la canavalia y la mandioca pudieron haber desorientado a las plagas o actuado como repelentes.

2. También la canavalia podría ser tóxica o repelente para estas lepidópteras. Los criadores de ganado menor no rumiante conocen las consecuencias de alimentar a los animales con canavalia, inclusive después de haberla cocinado.

3. Aumento de la fertilidad del suelo: Se ha comprobado menor incidencia de ataques del marandova en cultivos con situaciones ambientales favorables. Esto último se puede traducir como un resultado de la utilización de la leguminosa en el policultivo. Existen por supuesto, otras muchas alternativas posibles para el combate de las diversas plagas de la mandioca, entre ellas la elección de ramas sanas, la recolección de las mismas en la época correcta y por supuesto, el manejo apropiado de los suelos de modo a evitar pérdidas en la capa arable y reducción de la fertilidad. El adecuado tenor de materia orgánica, la cobertura del suelo y la distancia adecuada entre plantas e hileras, prevendrán la degradación del suelo y mantendrán la salubridad del cultivo.


(*) BCS Oeko Garantie /Cámara
Paraguaya para la Producción Orgánica.