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El parto es un proceso fisiológico que consiste en la expulsión del feto y las membranas fetales. En el bovino, la gestación dura nueve meses y catorce días, o sea 284 días, que pueden prolongarse o reducirse a quince o veinte días. Así, tenemos el parto normal, distócico, retardado y prematuro.
En el momento del parto, cuando nace el ternero, la madre normalmente se halla acostada. Después, se levanta y lame totalmente el cuerpo de la cría, practicándole un riguroso masaje para activar la circulación sanguínea. Inmediatamente después de nacido, el ternero se levanta y busca a la madre para alimentarse.
Para el productor, las pérdidas desde el nacimiento hasta el destete influyen marcadamente sobre los porcentajes de terneros logrados. La mayor parte de estas pérdidas ocurren en el parto o dentro de la semana del mismo, por lo que el manejo de la parición es una de las tareas que contribuirá a evitar esas pérdidas y a aumentar los porcentajes de terneros que lleguen al destete.
En caso de descuido de la parición, las pérdidas hasta el destete pueden llegar al 16 % o más con la consiguiente disminución de la eficiencia del rodeo. Tras la palpación realizada entre marzo y abril pasados, las vacas preñadas debieron apartar en dos lotes; las vacas que necesitaban levantar su estado, las cuales debieron permanecer en los mejores potreros para que se recuperen antes del parto. Mientras que el otro lote debió conocer de un manejo preferencial normal.
LAS VAQUILLAS
A las vaquillas de primer servicio es conveniente manejarlas por separado, pues sus requerimientos nutricionales son más altos. Los controles deben ser frecuentes para descubrir problemas, especialmente abortos. Se tolera hasta un 3 % de pérdidas entre tacto (palpación) y parición. Sin embargo, es bueno consultar con el veterinario en caso de tener vacas abortadas para prevenir pérdidas mayores.
ELIMINADA
Toda vaca preñada al tacto y que no produzca un ternero por año debe ser eliminada por ser enferma o subfértil, con lo cual se mejorará la sanidad y la eficiencia del rodeo.
Dos o tres semanas antes del parto y luego periódicamente, se apartarán las vacas más próximas a parir para llevarlas a un potrero chico y limpio, el cual debe ser controlado diariamente para ayudar en casos de dificultades de parto. Cuando haya un número razonable de terneros, pero con preferencia cada día, se trabajan a los nacidos sanitándolos e identificándolos.
LUEGO DEL PARTO
El puerperio es el estado del útero que se presenta luego del parto, se inicia con la expulsión de la placenta y concluye con la involución completa del útero. Durante el puerperio, el endometrio se renueva con el fin de prepararse para una nueva gestación.
Desde el punto de vista reproductivo, el momento de mayor importancia es el tiempo que va desde el parto hasta los 90 o 100 días de posparto, un error de manejo en este lapso de tiempo tendrá consecuencia en el alargamiento del intervalo entre partos y esto ocasiona pérdidas económicas considerables para el productor.
En lo que respecta al juego inmunológico del animal, el parto representa un proceso en el que se abre una puerta directa a posibles infecciones bacterianas agresivas hacia el interior del organismo de la vaca; esta, por intermedio de su aparato inmunológico, inicia una limpieza del útero por medio del proceso celular de fagocitosis. Esta batalla tiene su pico máximo en los días14 a19 de posparto; si el organismo no puede vencer a sus invasores bacterianos, estos continuarán multiplicándose, ocasionando una infección en el útero.
OBSERVACIÓN
Durante la etapa de puerperio, el productor debe observar y evaluar las condiciones del animal, estado fisiológico, caminatas, ingesta de agua y alimentos, si se ha presentado alguna infección, los signos como postración, baja producción de leche, fiebre, inapetencia y el propio estado uterino, que pueden ser razón suficiente para intervenir con el tratamiento de antibióticoterapia y frenar su multiplicación a fin de restablecer la normalidad del útero, el cual debe estar en condiciones antes del día 40 o 45, para poder iniciar el periodo de servicio y, de esta manera, poder manejar intervalos entre parto de doce o trece meses.
PALPACIÓN
Una revisión ginecológica (por palpación rectal) a las vacas de alto valor genético y monetario debe ser efectuada entre los días 15 o 20 de posparto, de forma preventiva por las razones antes mencionadas. La intervención antes de este período puede ser contraproducente, ya que los antibióticos y soluciones desinfectantes detienen la acción de fagocitosis natural, y este es el mejor recurso que posee el organismo del animal para poder defenderse.
(*) BTA-Ganado Mayor Bovino de Carne