Manejo de pasturas y ensilaje en ganadería - Ing. Agr. Pablo Cattani (*)

El Paraguay tiene un potencial muy grande en lo referente a pasturas y otras materias primas para su conservación por medio del ensilaje. Esto resulta beneficioso en ganadería para la nutrición de los vacunos, principalmente en recría. No obstante, habrá que considerar las estrategias acordes para lograr un mayor impacto en la producción a un menor costo de inversión.

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En el marco de la Expo Pioneros, realizada semanas atrás y que tomó como foco principal el gran Chaco paraguayo, con la presencia de una exuberante vegetación, aprovechable para la producción de animales vacunos y la oportunidad en cuanto a cultivo de variedades energéticas (maíz y sorgo), se plantearon algunas premisas para los productores de esta zona del país en lo referente al aspecto nutricional de los animales. Las estrategias que los ganaderos chaqueños pueden considerar para el buen aprovechamiento de sus pasturas son la henificación y el ensilado; prácticas de conservación conocidas actualmente. No obstante, en cada una de ellas y, atendiendo a las especies con las que trabajará el productor, se tiene un manejo diferencial.

ESPECIES PREDOMINANTES

El Paraguay es un país tropical que tiene una característica agroclimática ideal para el desarrollo de plantas denominadas C4. Estas son especies que metabolizan de manera particular el carbono y producen mucha biomasa en suelos pobres. Dicha característica demuestra la escasez de nitrógeno en el suelo. Entonces, cuando la vegetación es muy copiosa, disuelve este elemento químico y presenta bajos niveles de proteína. En este sentido, algunas pasturas serán más pobres que otras y dependerán de sus requerimientos de nitrógeno. Al generar mucha biomasa, la planta siempre está en busca del sol para crecer de manera impetuosa y necesita sostenerse. Requiere, por ende, generar un esqueleto: la fibra, es decir, la porción indigestible del forraje. El problema local radica en que necesitamos animales excesivamente grandes para meter toda esa biomasa en el cuerpo. Allí se sacrifica la recría y los animales desarrollan un rumen más reducido. Entonces ¿cómo hacemos que entre más alimento dentro del rumen? La respuesta es concentrar el alimento para que sea digestible. En este punto, el productor debe ajustar el tiempo de corte de sus pasturas para proveer al animal menos fibra y potenciar la digestibilidad. El bovino podrá comer más alimento y logrará una digestión rápida, para que la rueda productiva gire de manera acelerada para el ganadero y potencie su negocio.

HENIFICACIÓN

Para conservar el forraje en seco, los aspectos fundamentales son el momento de corte y la aplicación de maquinarias. Teniendo en cuenta la vegetación chaqueña, habrá ocasiones en las que el animal ingresará a los campos para el pastoreo y, en otras, consumirá el forraje cosechado. Obviamente, en cada proyecto la parte económica es fundamental, en cuanto a eficiencia de las maquinarias a utilizar y la productiva. En cuanto al corte de las pasturas, lo ideal es empezar temprano, antes de la floración, en el periodo netamente vegetativo, debido a que si el pasto empieza a desarrollar su periodo productivo, los nutrientes pasarán directamente a la semilla. En las pasturas, el vacuno no aprovecha la semilla, sino la planta.

PÉRDIDAS CON EL HENO

En lo referente a la conservación del heno, pueden presentarse pérdidas, tanto por el agua de lluvia como por la que cede al suelo. Un forraje seco como este es hidroscópico y absorbe la humedad. Por otra parte, el momento de la explosión o abundancia de forraje se da en épocas húmedas. De este modo, el productor, indefectiblemente, debe esperar a que la humedad baje al 20 % antes de efectuar el corte; de lo contrario, pueden proliferar hongos. Si ocurriera esto, el alimento consumido afectará la función de las bacterias dentro del rumen, por lo que el proceso digestivo será mucho más lento.

SILAJE

A la aplicación de esta práctica le acompañan conceptos agronómicos y económicos para un buen desarrollo del emprendimiento pecuario. En el caso de un forraje energético, como el silaje de sorgo, habrá que considerar la elección de variedades. Existen sorgos de doble propósito que producen grano, lo cual otorga mayor digestibilidad. Lo mismo ocurre con el maíz. Con estas especies graníferas, el momento de corte difiere de las pasturas. Aquí, el ganadero deberá retrasar el corte para que la planta acumule la mayor cantidad de almidón posible. Así, el alimento es palatable.

APROVECHAMIENTO DE LOS GRANOS

Según la lógica, con la introducción del grano entero en la ración del animal no será posible que las bacterias ruminales aprovechen eficientemente el alimento. No obstante, en dietas en las que el 70 y 80 % del total usa este recurso, la recomendación es partir el grano para que la bacteria pueda entrar en acción y absorber de manera más eficaz el almidón. La indicación es cosechar un grano con madurez fisiológica, y un contenido de humedad entre 25 y 30 % como máximo. Este grano será partido para que mejore su absorción a nivel ruminal. Un grano partido y húmedo, según las experiencias de campo, se aprovecha mejor.

USO DE MAQUINARIAS

El uso de implementos mecánicos es importante a la hora del corte. Además, la introducción de tecnología facilitará el rastrillado para acelerar el secado del forraje. De este modo mejora la calidad del alimento cosechado y es digestible para el ganado. Los momentos de corte y conservación de heno y pasturas hacen factible el éxito de cualquier emprendimiento.

SINERGIA ENTRE AGRICULTURA Y GANADERÍA

Para producir carne o leche, primeramente, hay que ser un buen agricultor. “Para cultivar maíz o sorgo y si no somos buenos agricultores, no vamos a generar granos. Si no generamos granos, no se generará energía y si no producimos energía, no produciremos carne ni leche. Por ende, una vez definido el cultivo, el agricultor pasa a ser ganadero, para ver cómo cosechar y darle de comer al animal”.

CONCLUSIÓN

El consumo de un alimento de alta calidad define la conversión de carne o leche. Por esto, las materias primas para la henificación o ensilado deberán ser las más apropiadas, con porcentajes de energía y proteína óptimos. Los momentos de cosecha son variables de acuerdo a cada especie vegetal. Las pasturas deberán cortarse temprano, mientras que el maíz y sorgo (forrajes energéticos), lo más tarde posible. Ser un buen agricultor permitirá obtener mayor cantidad de granos, lo cual aportará palatabilidad al alimento cosechado.

(*) Especialista en pasturas.

 

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