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La raíz, usada adecuadamente en las raciones, se la puede combinar con las hojas secas de la misma planta, para complementar la carencia de aminoácidos que tiene la primera.
Si el contenido de almidón de la mandioca se encuentra en su punto óptimo, la utilización como fuente de energía ofrecerá sus mayores beneficios. La raíz de la mandioca se puede usar ya sea seca, como popí, o fresca o ensilada.
En cualquiera de las formas, esta raíz tiene una limitante fundamental: la carencia de algunos aminoácidos, principalmente los azufrados, que indefectiblemente deben ser suplementados, sobre todo la metionina y lisina. Este punto es fundamental tenerlo en cuenta, en especial cuando se usa en la etapa de iniciador o crecimiento de cualquier ración para animales. Usando el follaje como fuente de proteína, una hectárea puede dar unas 6 ton. de proteína. Esto se puede lograr con tres o cuatro cortes al año.
En nuestro medio, en el que utilizamos fundamentalmente la raíz, se puede usar también el follaje si el corte se hace después de los ocho meses de edad, en variedades anuales. Hay que atender que el mismo debe hacerse por encima de la zona basal, de tal forma que no dañe la parte destinada a la semilla y la raíz no sufra demasiado.
Es indispensable que comencemos a trabajar con la mandioca en los diferentes estados, para sacarle toda la utilidad que brinda al productor. La industrialización es una alternativa para aumentar el valor agregado y obtener mejores precios por el producto.
Hay zonas de nuestro país que fácilmente superan los 30.000 kg/ha; es decir que estamos hablando de una empresa posible. Si se tienen dudas acerca del uso de la mandioca en las raciones, consulte al profesional y haga un programa de alimentación adecuado a los requerimientos de su plantel. Siempre hay que tener en cuenta las limitaciones en aminoácidos de la raíz y la riqueza del follaje en estos.
“La educación es la base del desarrollo de las comunidades”, p.m.g.