El doctor Felipe Figueredo, productor y avezado técnico del sector lechero, explicó la historia de la producción de la leche en el Paraguay. Dijo que a principios del siglo pasado, la leche se producía en forma muy rudimentaria, a nivel de estancias, de pequeñas fincas campesinas y de ciudades, ordeñadas a mano y distribuidas sobre burros, en bicicletas y hasta en carritos estirados con bueyes o caballos.
Luego, en el año 1942 hasta 1967, se recibió una asistencia del Gobierno estadounidense a través de una institución que asistió a productores lecheros, distribuyendo reproductores importados de Argentina. Esa institución ponía como única condición la sanidad del rodeo lechero. El servicio de inseminación artificial del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) también tuvo mucho que ver en el efecto multiplicador de la genética del rodeo lechero, en la divulgación.
Posteriormente, los productores motivados por esta situación importaron vientres de otros países de mayor tradición lechera. Por eso, actualmente, el rodeo es manejado con buena y alta tecnología, lo que indica que Paraguay puede llegar a ser el paraíso de la lechería, debido al gran potencial y recursos naturales que posee.
Otros países, ya muy desarrollados, tienen problemas de contaminación ambiental por los grandes rodeos manejados en forma intensiva. En cambio en el nuestro, ya con tecnología que tiene que ver con el conservacionismo y del manejo ambiental puede -con el sistema de pastoreo, con las razas y combinación de razas- lograr un bajo costo de producción.
El profesional señala igualmente que la producción lechera colabora sustantivamente con el desarrollo de la economía del Paraguay, porque ocupa un importante número de mano de obra.

CALIDAD
La calidad de la leche cruda, que es la materia prima, comienza en la misma finca, en la misma vaca, que debe ser sana, bien alimentada y en forma higiénica, porque el sector cuenta con normas de calidad que exige una temperatura mínima de 5 grados centígrados, cargada en forma higiénica en los camiones (tanques). “A nosotros nos gusta la refrigeración inmediatamente después del ordeño”.
Después de la cosecha del producto se origina lo que se llama “choque térmico”, porque la leche baja de una temperatura de 37 grados centígrados a 8 grados centígrados. “Logramos una perfecta conservación, y tenemos las exigencias dictadas por el propio laboratorio de las plantas que recepcionan la leche; allí está el tema de la temperatura, la calidad de la leche, la calidad nutricional que da valores mínimos, grasas, proteínas, lactosas, también presencia de agua y los inhibidores, o sea los antibióticos, y otros aditivos”.
El productor pone énfasis en la importancia de la conservación del producto, ya que es el más completo que ofrece la naturaleza. “La producción lechera combina con la actividad pecuaria, producción de carne, avicultura. La vaca lechera es una verdadera fábrica de alimentos y de fertilizantes y no contamina el ambiente”.