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El uso de dispositivos intravaginales impregnados con progestágenos (progesterona y sus análogos) para sincronizar el estro en pequeños rumiantes tiene una larga historia desde los trabajos pioneros de T. J. Robinson al inicio de los 60. Sin embargo, recién en la década de los 90 fue cuando se realizaron los primeros estudios dirigidos a determinar el efecto de la progesterona sobre la dinámica folicular en ovejas y cabras.
TRATAMIENTOS CORTOS CON PROGESTERONA
Se han utilizado muchos tratamientos hormonales para sincronizar el estro asociado a inseminación artificial en pequeños rumiantes. Sin embrago, la sincronización y fertilidad de estos tratamientos aún debería ser mejorada. Sumado a esto, en los últimos años, se ha incrementado el interés por realizar la inseminación sin necesidad de detectar el estro, tecnología conocida como inseminación artificial a tiempo fijo (IATF). Por ello, en cierta manera, la respuesta estral ha pasado a un segundo plano y el objetivo se ha centrado en el control de la ovulación propiamente dicha.
Los tratamientos tradicionales con progesterona para sincronizar la ovulación han sido aplicados desde hace varios años mediante la administración de esta hormona por vía intravaginal de12 a14 días, asociada a una dosis de eCG al final del tratamiento. La técnica se fundamenta en el papel inhibitorio que los progestágenos tienen sobre el eje hipotálamo-hipofisario. Además, el extenso periodo de tratamiento fue atribuido a la necesidad de simular la vida media del cuerpo lúteo (14 a15 días en ovejas y17 a19 días en cabras).
Sin embargo, en los últimos años se ha generado información relevante sobre la foliculogénesis, dinámica folicular, endocrinología y control de la vida del cuerpo lúteo la cual pone en cuestión el uso de los tratamientos tradicionales. La inserción de un dispositivo intravaginal de progesterona a ovejas o cabras resulta en un aumento rápido de la concentración de progesterona (> 5 ng/ml), luego de cuatro días de su colocación (Menchaca y Rubianes, 2004). Estos valores son similares a los observados durante la fase lútea media-tardía. Sin embargo, transcurridos seis o siete días, las concentraciones sanguíneas de esta hormona bajan a niveles sublutales (> 2 ng/ml) que predisponen al crecimiento persistente del folículo dominante. El perfil hormonal, generado por los tratamientos tradicionales, es opuesto a lo observado durante un ciclo estral normal, en el que las concentraciones de progesterona son bajas al inicio e incrementan hasta la luteolisis. Los tratamientos tradicionales favorecen a que, al retirar el dispositivo a los 12 o 14 días, el folículo ovulatorio pueda contener un ovocito cuya fertilidad esté disminuida.
A partir de estos conocimientos, y con el objetivo de evitar la exposición del folículo preovulatorio a bajas concentraciones de progesterona por periodos prolongados, hemos propuesto modificar los tratamientos tradicionales. En ese sentido, es que hace algunos años propusimos los “tratamientos cortos” que consisten en solo cinco a siete días de exposición a la progesterona. El tratamiento con progesterona se asocia a una dosis 200 a 400 UI de eCG como inductor de la ovulación junto a una dosis luteolítica de PGF2α al retirar el dispositivo. Estos tratamientos fueron evaluados en ovinos y caprinos, durante el anestro estacional y la estación reproductiva, asociados a monta natural e inseminación a celo detectado (Ungerfeld y Rubianes 1999), además fueron evaluados en programas de IATF.
MOMENTO ÓPTIMO PARA IATF
El tiempo indicado para realizarla IATF, por vía intrauterina, es a partir de las 54 h en ovejas y cabras adultas, y 48 h en nulíparas de ambas especies. Por vía cervical, con semen fresco, la inseminación se realiza a las 48 h en ovejas y las 54 h, en cabras. A modo de referencia, la tasa de preñez con inseminación intrauterina es de65 a70 % con semen fresco y de45 a55 % con semen congelado. La tasa de preñez por vía cervical a tiempo fijo es alrededor de40 a50 % con semen fresco, siendo mucho menor con semen congelado, motivo por el cual no se recomienda utilizar semen congelado con esta técnica.
En conjunto, estos trabajos indican que los tratamientos cortos resultan en una serie de beneficios (mejor control folicular y ovulatorio, aceptable fertilidad, menor periodo destinado a todo el programa y reutilización de los dispositivos intravaginales) que justifican su uso frente a los tratamientos tradicionales.
CONCLUSIÓN
Los últimos avances en la comprensión de la dinámica folicular en ovejas y cabras han revelado que los tratamientos largos de 12 a 14 días no parecen ser adecuados para asegurar una alta tasa de fertilidad. Por este motivo, la recomendación es la aplicación de los tratamientos cortos con progesterona por cinco a siete días. Esto incluye una dosis de PGF2alfa y eCG, al momento de retirar el dispositivo intravaginal.La IATFdebe realizarse entre las 48 a 54 h, dependiendo de la categoría y vía de inseminación. Estos avances permiten optimizar los resultados de la inseminación, favoreciendo la aplicación a mayor escala de esta tecnología.
(*) Especialista del Instituto de Reproducción Animal-Uruguay