Huerta orgánica - Ovidio Siqueira (*)

Se conoce como permacultura al proyecto sostenible que asocia armónicamente la huerta, el corral para cría de aves y el paisaje, con la administración de espacio, ahorro de materiales e insumos y con una menor producción de desechos. Asimismo, se incentiva la protección de recursos naturales. Tal sistema es desarrollado por una familia rural de Pedro Juan Caballero, en el marco de una explotación orgánica.

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Ante la búsqueda de un mejor uso, a nivel ecológico, económico y social de los recursos naturales, surgió la iniciativa de llevar adelante la producción orgánica. Dicho emprendimiento deja totalmente de lado la utilización de fertilizantes y defensivos químicos. Cada producto que será aplicado en el campo es elaborado por el propio productor. El proyecto de huerta orgánica se desarrolla en forma circular alrededor de un pequeño corral destinado a la cría de aves. El objetivo es que las gallinas, en este caso, brinden estiércol que servirá de abono para los cultivos, además de huevos y carne. Por otra parte, las aves, por ser predadores naturales de los insectos, se encargarán del control de ciertas plagas.

TECNOLOGÍA

A pesar de que el proyecto considera una inversión mínima de recursos en cuanto a infraestructura, cuenta con un sistema de riego por goteo, para optimizar el agua y lograr el desarrollo de las plantas. Alrededor del gallinero se cultivan numerosas especies, sean hortalizas de hoja o fruto, para la renta y autoconsumo. Igualmente, se realiza la siembra de variedades que actúan como repelentes de plagas. Mediante la asociación con frutales, es posible obtener un espacio de producción ecológico y equilibrado. Es importante siempre apuntar a la diversificación de productos para la corrección físico-química del suelo, es decir, aplicar la rotación de cultivos. Por ejemplo, cultivar pastos, cebollita de hojas, perejil, entre otros, para ir intercalando cada rubro. No es recomendable dedicarse únicamente a un solo rubro.

CERCOS VIVOS

Las barreras o cercos vivos son aquellas plantas que se disponen alrededor de la huerta para proteger la producción de alimentos, sobre todo si se realizan fumigaciones o se aplican determinados productos próximos a este emprendimiento. Así se evitan efectos negativos y contaminaciones de diversa índole. Además, constituye una muralla de protección contra los insectos. Es un método preventivo muy útil de amplia difusión en la cultura orgánica. Con la siembra de árboles de mayor tamaño, la defensa será aún superior.

CONTROL DE PLAGAS

Los insumos naturales utilizados para el control de plagas pueden elaborarse en la propia finca, utilizando pimienta, ajo, tártago y paraíso. En este caso, se intercala cada producto y mediante un preparado específico puede aplicarse directamente en el campo, cada ocho y 15 días. De esta manera, es posible el uso de un repelente completo y natural. Los insectos son los enemigos naturales y deben controlarse de manera equilibrada.

TAREAS POSCOSECHA

Después de la cosecha de los productos será necesario devolverle al suelo los nutrientes que aprovecharon las plantas, mediante el abonado de la tierra. Es propicio enumerar los tablones y tomar nota de los rubros que había en cada uno, de manera a intercalar la producción para el siguiente periodo.

(*) Productor de Pedro Juan Caballero

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