Herrado de caballos - Dr. Antonio Gómez (*)

Los equinos requieren diversos cuidados durante su ciclo de vida, desde aspectos sanitarios y nutricionales, a fin de ser útiles para el trabajo o las competencias. En lo que refiere al herrado, dedicado al mantenimientos de sus cascos, este representa una tarea obligatoria, por lo menos una vez por mes, a fin de evitar lesiones en las patas de los ejemplares.

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Teniendo en cuenta que el casco del caballo es una parte fundamental de esta especie, indefectiblemente, deberá pasar por lo menos una vez al mes por el área conocida como “herrería”. El equino, por ser un atleta, deberá tener en las mejores condiciones cada pata y, en especial, los cascos, porque “sin casco no hay caballo”. Herrar un caballo es verdaderamente un arte, por lo que a los trabajadores que desempeñan esta labor se les considera verdaderos artesanos.

CONSIDERACIONES

Cabe destacar que el casco del caballo se divide en tres regiones: muralla, suela y ranilla; esta última es un tejido totalmente diferente. La ranilla es fibroelástica y sirve para amortiguar la presión que ejerce dentro y fuera del casco y, al mismo tiempo, permite bombear la sangre hacia arriba. Un punto importante es la línea ubicada entre la muralla y la palma, conocida como la línea del herrador, que es el lugar donde deben ir los clavos. Si van fuera de esta línea, la herradura no va a durar mucho tiempo; y si se clava muy al centro, va a tocar la parte sensible del casco, lo cual podrá lastimar al animal y saldrá rengueando de la herrería.

El casco en sí crece de arriba para abajo, entre 1 a 2 cm por mes, lo cual debe ser controlado.

HERRAMIENTAS PARA EL HERRADO

Los utensilios del herrado son: el martillo para desvasar y el martillo para clavar; la tenaza para cortar la pezuña, la gubia y la pinza para remachar; la raspa de cocina para limar y la pinza de tensar. Con estos, la tarea es sencilla para el herrador.

TAMAÑO DE LAS HERRADURAS

Antes, la herradura se preparaba a partir de una planchuela al rojo vivo y se moldeaba sobre el yunque, de acuerdo al tamaño de cada casco del caballo. En la actualidad, las herraduras son prefabricadas.

Un punto de consideración hace alusión a los miembros del caballo; es decir, que el miembro anterior es más grande y redondeado, mientras que el miembro posterior es más pequeño y ovalado. Hoy en día, las herraduras ya vienen por número, para caballos grandes, pequeños o medianos. Muchos herradores utilizan gomas de cubiertas y clavos de ferretería, pero no es recomendable de ninguna manera porque daña el casco del animal.

PROBLEMAS

Cuando el caballo llega a la herrería con la herradura medio floja será obligatorio quitar la suciedad acumulada, ya que esta zona es propicia para la aparición de hongos. De no hacer el cambio de herradura, se irá desvasando el casco y generará lesiones en el animal.

Hay que tener en cuenta que existen dos lagunas laterales en la palma del casco en las que se acumulan las bacterias, entonces el animal renguea, siente dolor y no puede trabajar.

ATENCIÓN CON LOS CLAVOS

Los agujeros deben ajustarse perfectamente a la línea blanca. Las puntas salientes de los clavos deberán cortarse y remacharse. El animal no debe sentir nada durante el trabajo, porque desde la línea blanca hasta afuera es una parte considerada como insensible; no obstante, de la línea blanca para adentro es sensible.

El trabajador no deberá dejar nada puntiagudo por el casco del animal para evitar lesiones al caballo.

ACEITADO

Finalmente, se le coloca un aceite al casco para que quede bien elástico y funcional. Este preparado tiene un poco de grasa, sulfato de cobre y yodopovidona, utilizado para evitar la proliferación de hongos o bacterias.

(*) Especialista en equinos

 

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