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A nivel de la pecuaria, la aparición del gusano barrenador posee implicancias económicas, principalmente. Todos los involucrados en la cría de ganado saben que en las épocas de pariciones se debe inspeccionar al ternero para evitar las bicheras, porque una vez instaladas significan pérdidas. En lo referente a la economía está la inversión que se hace para evitar que el gusano barrenador tenga incidencia; es decir, mediante la aplicación de un antiparasitarios o un repelente (curabicheras o antibiótico). El costo estimativo por cada animal es de USD 2. Cuando hay incidencia y no existe una rápida detección en el ternero con la bichera o gusano barrenador, hay alta probabilidad de mortandad o pérdida de peso, además de la inversión en mano de obra (personal que curará al animal).
BENEFICIOS DELA ERRADICACIÓN
Las ventajas económicas de la eliminación de este mal son considerables. Por ejemplo, en los Estados Unidos, en las décadas de los 80 y 90, se erradicó el gusano barrenador y por cada dólar de inversión se recuperaron USD 10. Lo mismo ocurrió en México, donde por cada dólar destinado a la erradicación, fue posible recuperar USD 40. En el Paraguay existe la intención de realizar un estudio que permita recabar datos sobre costo-beneficio del combate a esta plaga.
TECNOLOGÍA
Actualmente, se están empleando equipos de radiación. Cuando se enfatiza al sector pecuario, aquellos que más sufren son los pequeños productores, debido a que, en la mayoría de los casos, no cuentan con recursos para invertir en el tratamiento del mal, por lo que se eleva la mortandad de animales, lo que genera mayores pérdidas. Por eso, invertir en la prevención reditúa en ganancias al sector ganadero, ya que los animales serán sanos.
Prácticas comunes en ganadería son la castración al nacimiento, la colocación de caravanas y el corte del cordón umbilical. Al hacer una herida, se abre una potencial entrada para la mosca, que si no se cuida, puede anidar el gusano.
COSTOS
El tratamiento se estima de acuerdo a la época de parición. El ganadero sabe que al nacer el ternero debe desparasitarlo, como parte de la prevención. Así también, el ejemplar debe recibir algún tipo de repelente. Muchas veces, se utilizan las curabicheras o yodo y, también, se aplica un antibiótico.
(*) Viceministro de Ganadería – MAG