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En algunos países como los Estados Unidos, Israel, Holanda, Italia y España, el fertirriego es una técnica generalizada, principalmente con el desarrollo de modernos sistemas y por la calidad de los fertilizantes. Además, las áreas agrícolas en otras naciones bajo riego a presión son cada día más grandes e involucran cultivos que, con determinadas condiciones, no hubieran podido desarrollarse.
APLICACIÓN DE NUTRIENTES
La fertilización de las plantas es un tema conocido en diferentes medidas entre los profesionales del agro y los productores. Primeramente, se habla de las funciones del nitrógeno, fósforo y potasio, conocidos como “macronutrientes” en la nutrición de la mayoría de las plantas. Con menos énfasis, se citan al calcio, azufre y magnesio como los macronutrientes secundarios, que también son absorbidos en importantes cantidades, aunque cumplen funciones menores.
Cuando se entra en el terreno de los micronutrientes, la cosa se complica porque, generalmente, esa área está reservada a los especialistas. Los micronutrientes son aprovechados por las plantas en dosis muy pequeñas, pero son fundamentales en procesos como el crecimiento o la calidad. Ellos son: el boro, cloro, cobre, cobalto, vanadio, sodio, manganeso, molibdeno y el zinc.
Naturalmente, todos estos nutrientes deben estar disponibles en el suelo, desde donde son absorbidos por las raíces de la plantas. Y para que tal absorción ocurra con mayor facilidad, los nutrientes deben estar disueltos en agua, o sea, el suelo debe estar húmedo. Es aquí cuando entra la participación del riego.
El agua, ya sea de lluvia o proveído de manera artificial por alguno de los varios sistemas de riego disponibles técnicamente y en el mercado, es fundamental para las plantas. Sin el agua, ellas no consiguen absorber los nutrientes que son necesarios para su crecimiento y desarrollo.
EQUIPOS ESPECIALES
El fertirriego es el proceso por el cual los nutrientes son diluidos en el agua de riego y aplicados al suelo para su absorción por las raíces, fundamentalmente. Aunque el fertirriego es aplicable a cualquiera de los sistemas de riego que implique la distribución de agua a presión, el método más difundido y conocido es aquel asociado con el riego por goteo, ya que en ambos casos se busca minimizar las pérdidas o maximizar el aprovechamiento del agua y de los nutrientes diluidos en él.
Las nuevas tecnologías, generalmente, traen soluciones mágicas a problemas cotidianos, pero conviene tener en cuenta que la instalación y uso siempre de un sistema de fertirriego requiere un buen asesoramiento de los especialistas. Esto es porque el riego por goteo considera caso por caso las necesidades de riego de cada especie de planta (tomate, melón, frutilla, lechuga tienen requerimientos de riego diferentes); el tamaño de todo el área a regar implica el dimensionamiento de la bomba, las cañerías, las mangas, la distribución de los goteros, etc. Se debe considerar el tipo del suelo que, a su vez, tiene que ver con el desarrollo y distribución de las raíces y con la forma en que se humedece y algunos otros aspectos más.
FERTILIZANTES SOLUBLES
En cuanto a la fertilización, conviene tener en cuenta la solubilidad de los nutrientes; los fertilizantes utilizados en fertirriego pueden ser líquidos o sólidos. Si son sólidos, deben ser altamente solubles en el agua de riego, de tal manera que no constituya un problema para el funcionamiento del sistema por el taponamiento de los goteadores.
Los modernos equipos que actualmente se ofrecen en el mercado permiten la automatización o no de la dosificación de los nutrientes a aplicar, lo cual debe incluirse en las capacitaciones que deben brindar los vendedores de estos sistemas.
(*) Especialista en agricultura