Engorde intensivo de ganado

Un establecimiento de producción agrícola que se dedica principalmente al rubro de la soja en el Alto Paraná, desarrolla una actividad secundaria, que es el engorde intensivo de bovinos en un galpón especialmente diseñado para el efecto, con el fin de dar aprovechamiento a los desperdicios de granos de soja de los silos, con la complementación de silajes de maíz.

Cargando...

En la zona sur del Departamento de Alto Paraná, en la ribera del Paraná, se encuentra la propiedad de Tranquilo Fabero, en donde se dedica principalmente a producir unas 17 mil hectáreas de soja y, desde hace tres años, también realiza el engorde intensivo de ganado bajo un galpón diseñado en base a una experiencia traída de Guarapuaba, Brasil, como una actividad complementaria y para aprovechar los granos de descarte de la zaranda de la red de silo que posee.

Según Tranquilo Fabero, la soja cosechada de los campos, antes de ser almacenada en los silos, pasa primeramente por una zaranda que separa los granos buenos de los más pequeños o partidos. Estos últimos no reúnen la calidad para la exportación y, anteriormente, solían ser tirados por su bajo precio en el mercado interno; sin embargo, constituyen una excelente materia prima para la nutrición animal.

Los animales confinados para el engorde intensivo no son de buena genética, provienen de desmamantes adquiridos de productores del Ñeembucú, donde las pasturas, en general, no son muy buenas. El productor explicó que los animales quedan a campo durante unos 6 meses, a fin de que mejoren de peso y tamaño, para luego ser trasladados hasta el galpón de engorde intensivo en el Alto Paraná. Acotó que compra unos 15.000 desmamantes por año.

La comercialización de la carne es cada vez más competitiva, pero el establecimiento Espigal no tiene mayores problemas para vender sus novillos en la misma zona, que lo hace en forma directa debido a que los faenadores y frigoríficos dan prioridad a los novillos engordados intensivamente, porque estos tienen la carne más blanda, ya que se trata de animales jóvenes, con menos de 18 meses y con un promedio de 500 kg; además, están mejor cuidados en lo que respecta a la higiene, en comparación con los de a campo.

Los ganaderos tradicionales, en general, opinan que el engorde intensivo en nuestro país es difícil, pero el productor Fabero explicó que a él le resulta rentable, porque no compra materia prima para la alimentación.

Con respecto a la ganancia de peso, señaló que los primeros dos meses, los animales aumentan aproximadamente 1,5 kg. a 2 kg. por día, por animal; sin embargo, los pocos animales que suelen quedar tres meses, ya tienen una menor ganancia diaria de peso pasando los 60 días.

ENSILAJE DE MAÍZ

Para completar la alimentación del ganado, además de los granos de soja se suministran en las bateas silajes de maíz. Fabero comentó que tienen preparados unos 20 silos tipo trinchera con maíz, los cuales son preparados con maquinarias cuando las mazorcas están en estado de choclo; se corta toda la planta, se tritura y se almacena en las trincheras con cobertura plástica, a fin de que no les entre agua ni aire. De esta forma podrá guardarse hasta dos años.


EXPERIENCIA EN BRASIL

El galpón de engorde tiene unas dimensiones de 80 metros por 20 metros y fue diseñado copiando el ejemplo de un productor alemán, en Brasil.

El local posee un piso alto que, por gravedad, canaliza los excrementos de los animales hacia una estercolera para ser aprovechados como abono. Una vez que el estiércol se estacionó, se distribuye al boleo en el suelo de cultivo del maíz.

La inversión en infraestructura para el engorde intensivo de Espigal fue de unos 150 mil dólares, que ya fueron recuperados; además da trabajo en forma directa a unos 20 empleados. El entrevistado aclaró que no es grande la ganancia, como ocurre en la mayoría de las actividades productivas agropecuarias, pero es sencilla, segura y rápida, para el caso particular.
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...