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Según Tranquilo Fabero, la soja cosechada de los campos, antes de ser almacenada en los silos, pasa primeramente por una zaranda que separa los granos buenos de los más pequeños o partidos. Estos últimos no reúnen la calidad para la exportación y, anteriormente, solían ser tirados por su bajo precio en el mercado interno; sin embargo, constituyen una excelente materia prima para la nutrición animal.
La comercialización de la carne es cada vez más competitiva, pero el establecimiento Espigal no tiene mayores problemas para vender sus novillos en la misma zona, que lo hace en forma directa debido a que los faenadores y frigoríficos dan prioridad a los novillos engordados intensivamente, porque estos tienen la carne más blanda, ya que se trata de animales jóvenes, con menos de 18 meses y con un promedio de 500 kg; además, están mejor cuidados en lo que respecta a la higiene, en comparación con los de a campo.
Con respecto a la ganancia de peso, señaló que los primeros dos meses, los animales aumentan aproximadamente 1,5 kg. a 2 kg. por día, por animal; sin embargo, los pocos animales que suelen quedar tres meses, ya tienen una menor ganancia diaria de peso pasando los 60 días.
ENSILAJE DE MAÍZ
Para completar la alimentación del ganado, además de los granos de soja se suministran en las bateas silajes de maíz. Fabero comentó que tienen preparados unos 20 silos tipo trinchera con maíz, los cuales son preparados con maquinarias cuando las mazorcas están en estado de choclo; se corta toda la planta, se tritura y se almacena en las trincheras con cobertura plástica, a fin de que no les entre agua ni aire. De esta forma podrá guardarse hasta dos años.
EXPERIENCIA EN BRASIL
El galpón de engorde tiene unas dimensiones de 80 metros por 20 metros y fue diseñado copiando el ejemplo de un productor alemán, en Brasil.
El local posee un piso alto que, por gravedad, canaliza los excrementos de los animales hacia una estercolera para ser aprovechados como abono. Una vez que el estiércol se estacionó, se distribuye al boleo en el suelo de cultivo del maíz.
La inversión en infraestructura para el engorde intensivo de Espigal fue de unos 150 mil dólares, que ya fueron recuperados; además da trabajo en forma directa a unos 20 empleados. El entrevistado aclaró que no es grande la ganancia, como ocurre en la mayoría de las actividades productivas agropecuarias, pero es sencilla, segura y rápida, para el caso particular.