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La enfermedad adquiere una especial relevancia desde el punto de vista sanitario y económico. El virus se elimina en grandes cantidades mediante exudados nasales y saliva, y, en menor cantidad, a través de la leche, la orina y el semen, de forma intermitente. El virus de la EA es un agente altamente contagioso. Puede darse por vía directa o indirecta. La primera es por vía oronasal (a través de la boca y nariz, la más común), genital, galactófora (a través de la leche), perinatal (durante el paso del feto por el canal del parto), transplacentaria (a través de la placenta). Mientras que la segunda puede darse por vías indirectas, como las heces (el virus persiste en condiciones de frío y humedad, pero muere cuando está expuesto al sol), otros animales (perros, gatos, ratones, etc.) que los transportan en las patas, la piel, las plumas, entre otros; personas (en cabellos, botas, vestimenta) o agua contaminadas, moscas, aerosoles contaminados y más.
Cuando el virus de la EA entra en una explotación no vacunada, su diseminación es muy rápida. Muchos animales infectados mueren y los que sobreviven se convierten en portadores, creando una granja endémica.
No existe tratamiento para la enfermedad.
SÍNTOMAS EN EL ANIMAL INFECTADO
La enfermedad se manifiesta en tres formas clínicas: nerviosa, respiratoria y reproductiva, aunque puede pasar desapercibida (inaparente).
En lo que refiere a la manifestación nerviosa, en animales jóvenes (de 0 a 9 semanas), los síntomas son: fiebre (hasta 41 °C), vómitos e hipersalivación, sintomatología nerviosa y muerte del 100 % de los neonatos (de 0 a 3 semanas) y de un 10 a 50% de los animales destetados (de 4 a 9 semanas).
La forma respiratoria es típica de cerdos en crecimiento y engorde. Se presenta fiebre, depresión, anorexia, estornudos y descarga nasal (debido a la rinitis), tos ronca y respiración dificultosa.
Finalmente, la sintomatología reproductiva es común de cerdos gestantes, mediante aborto, acompañado o no de fiebre y anorexia, reabsorción y retorno del celo del animal, momificaciones y mortinatos (las crías nacen muertas), así como neonatos que nacen muy débiles y mueren en las primeras 24 h.
ESPECIES A LAS QUE AFECTA
Todas las especies de mamíferos pueden infectarse, excepto los primates superiores (incluido el hombre), pero son hospedadores terminales y mueren a las pocas horas de iniciarse la infección.
El cerdo y jabalí son los únicos hospedadores naturales, es decir, son los que pueden alojar de forma crónica el virus y son la principal fuente de contagio de la enfermedad.
DIAGNÓSTICO DE LA ENFERMEDAD
Se basa en la identificación de los signos clínicos (nerviosos, respiratorios y reproductivos), así como de las lesiones macro y microscópicas.
Dada la variedad de formas clínicas de presentación de la enfermedad, existe un gran número cuyos signos clínicos pueden confundirse con los de esta enfermedad.
En cuanto a análisis virológicos, se contempla la detección del virus, sus antígenos virales o su ácido nucleico; mientras que en análisis serológicos, el protocolo es la detección de anticuerpos específicos frente al virus. Son los más utilizados durante las campanas de control y erradicación de la enfermedad.
CONTROL DE LA ENFERMEDAD
En la actualidad, el control de Aujeszky en zonas endémicas se fundamenta en la vacunación. Asimismo, es imprescindible el esfuerzo y la colaboración de todos los productores de una misma zona, ya que el esfuerzo individual puede no verse recompensado si las explotaciones vecinas no aplican las mismas normas de control.
Una norma europea establece que los Estados deben notificar obligatoriamente la enfermedad, y deben tener planes de control y erradicación.
PROGRAMAS DE ERRADICACIÓN
- Vacunación estricta, con controles en los puntos críticos (la vacunación no da una protección absoluta, pero dificulta la transmisión y ayuda a disminuir su predominio).
- Vigilancia epidemiológica.
- Control de la reposición.
- Restricciones al movimiento de animales.
- Calificación de las explotaciones.
POLÍTICA LOCAL
Es fundamental, a nivel país, saber cuáles son las enfermedades presentes en el territorio, de tal manera a delimitar las estrategias de control y erradicación. Es imprescindible encontrar el método adecuado para reconocer la afección (diagnostico veterinario), cómo enfrentarla y, posteriormente, complementar con un programa de vigilancia sanitaria.
Este aspecto es clave en producción nacional, debido que hoy aparecen nuevas enfermedades que causan estragos económicos de gran importancia. Si el modelo de producción apunta a la exportación, la responsabilidad será evitar el ingreso de patologías que pueden cerrar los canales de exportación (puertos de países vecinos), cuya consecuencia final sería la acumulación de carne en el mercado interno, lo que produciría la baja de los precios.
(*) Especialista en diagnósticos veterinarios