Según los especialistas del Instituto Agronómico del Paraná (IAPAR), el Havaí posee hojas sin espinas, frutas cilíndricas de pulpas amarillas y se utiliza en la mesa familiar y en la industria. En cambio, la Perola tiene hojas largas con espinas y frutas cónicas; su pulpa es blanca. Además posee menos acidez y se emplea en la mesa familiar. Aseguran que la variedad Havaí es la más cultivada en la zona en relación a la Perola, porque ha demostrado mayor adaptabilidad a las condiciones de suelo.

PROPAGACION
La piña se propaga vegetativamente, a través de las mudas obtenidas de las plantas, especialmente de los brotes. Las mudas deben permanecer en las plantas hasta que tengan aproximadamente 30 centímetros. Posteriormente deben ser recogidas y sometidas a un proceso de curado, que consiste en colocar las bases hacia el sol por 7 a 15 días para su cicatrización.
Es posible también obtener mudas del tallo, pero este proceso debe ser llevado a cabo en un vivero. Este método es el más indicado para la obtención del material propagativo, por estar libre de plagas y enfermedades.

SIEMBRA
La siembra de la piña se debe realizar en lugares protegidos de vientos frescos y heladas. Una vez realizada la preparación del suelo, que puede ser sistema convencional (arando el suelo) o siembra directa (no utilización del arado), se deben efectuar profundos surcos donde deben ser colocadas las mudas.
Es importante realizar el cultivo en tablones uniformes, separando las mudas por tipo y tamaño, porque facilita los trabajos culturales y el manejo del ciclo de producción.

CICLO DE PRODUCCION
En el Estado de Paraná el ciclo de producción de la piña tiene una duración media de 18 meses, variando de 14 a 20 meses, dependiendo principalmente del tamaño y tipo de muda y de la época de siembra. Cuanto más grande sea la muda, más corto tiende a ser el ciclo.
La inducción artificial (aplicación productos químicos) es un sistema que están utilizando para ampliar el periodo de cosecha y uniformar el florecimiento y facilitar los trabajos culturales.


COSECHA Y RENTABILIDAD
La cosecha se realiza manualmente, quebrando el pedúnculo junto a las frutas. La variedad Havaí tiene un rendimiento de 40 a 50 ton/ha, con una densidad de 25 a 30 plantas por hectáreas. El peso medio de la fruta va de 1,5 a 2 kilogramos. En cambio, la Perola tiene un rendimiento menor; las frutas tienen un peso promedio en torno a los 1,2 kilogramos. Por otra parte, para la implementación de una hectárea de cultivo de piña, el costo aproximado es de 10.000 reales (G. 25 millones). El insumo representa el 64,3% en ese costo. Cuando el agricultor ya dispone de las mudas, el costo se reduce en un 35%. Según los cálculos realizados por los técnicos de IAPAR, la rentabilidad bruta va desde los 12.000 a 20.000 reales (desde G. 25 a 50 millones). Para lograr este objetivo estiman una producción de 40 a 50 toneladas de frutas por hectáreas, que son comercializados a G. 700 y 1.000 por kilogramo.