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EN EL CAMPO
La mejora en la utilización del agua, tanto en la agricultura de secano como en la de regadío será fundamental para afrontar las situaciones previstas de escasez de agua.
La mejora de la utilización o de la productividad del agua se entiende frecuentemente en términos de obtener la mayor cantidad de cultivos posible por volumen de agua: "más cultivos por gota". Es posible que los agricultores prudentes con respecto al dinero prefieran fijarse como objetivo el máximo de ingresos por unidad de agua: "más guaraníes por gota", mientras que los dirigentes de las comunidades y los responsables de las políticas podrán tratar de conseguir el máximo empleo y los máximos ingresos en todo el sector agrícola: "más puestos de trabajo por gota".
SE DEBE ASEGURAR LA UTILIZACION
Por consiguiente, en un sentido amplio, el incremento de la productividad en la agricultura puede dar lugar a mayores beneficios por cada unidad de agua tomada de los recursos hídricos naturales. Sin embargo, los cambios que ello provocaría en la utilización del agua en la agricultura exigen respuestas de los gobiernos para asegurar la productividad y la utilización sostenible de los recursos de tierras y aguas de los que depende la agricultura.
La utilización del agua en la agricultura y la agricultura de regadío exigirán necesariamente grandes cantidades para producir alimentos. Sin embargo, se dispone de tecnologías que ahorran agua y pueden reducir notablemente los desperdicios. Se reconoce que las aguas desalinizadas y residuales pueden constituir recursos hídricos no convencionales. Hay que conseguir soluciones para la asignación sostenible del agua entre los usuarios.
LO QUE SE DEBE HACER
Se necesitan sistemas baratos y en pequeña escala de riego, de recolección de agua y drenaje para las pequeñas comunidades rurales, apoyados por organismos nacionales e internacionales y que involucren participativamente a los usuarios finales.
CONCLUSIONES
Se han hecho grandes inversiones para desarrollar los sistemas de riego existentes. Sin embargo, las actividades de funcionamiento/mantenimiento y rehabilitación de tales sistemas están insuficientemente financiadas en los sectores público y privado.
Los esfuerzos de reforma incluyen cambios institucionales que transfieran a las asociaciones de usuarios las responsabilidades de funcionamiento y mantenimiento de los sistemas, así como nuevos métodos de recuperación de los gastos.
(*) Especialista en riego