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Si bien a nivel local existen iniciativas y emprendimientos exitosos, esta degradación ocurre por motivos económicos o un afán desmedido de lucro, o bien, por falta de suficientes conocimientos e informaciones, además de la ausencia de buenas campañas de sensibilización dirigidas a la población en general.
SITUACIÓN ACTUAL
Desde la contaminación de cursos de agua y suelos, deforestación, animales silvestres en vías de extinción, plásticos y otros residuos, sin olvidar la chatarra electrónica –que ya superan la capacidad de absorción del planeta y han elevado el valor de la huella ecológica a casi dos planetas–, las noticias de las páginas especializadas alertan sobre el peligro que representa para el hombre y demás especies, si es que los países no adoptan las políticas públicas ambientales y las medidas que se han mostrado como efectivas y eficaces para hacer frente a esta situación de riesgo.
ACTORES Y ACCIONES
En este contexto, la educación ambiental en los distintos niveles socioproductivos y etarios de la sociedad juega, sin lugar a dudas, un papel clave, por cuanto lo que debe buscar como objetivo es sensibilizar a la ciudadanía hacia un comportamiento más ecológico, hábitos de producción y consumo que generen menos residuos y estimulen la reutilización, además de que se utilicen menos insumos químicos con el uso de los recursos tecnológicos, plataformas y servicios virtuales hoy accesibles a la población. La producción agroecológica y orgánica de alimentos, la aplicación de las buenas prácticas agrícolas, la producción de carne bajo enfoques de bienestar animal y en campo natural, la trazabilidad y etiquetado de productos, el marketing ambiental, la responsabilidad social empresarial que adoptan las empresas para mostrar su preocupación por lo ambiental ya muestran tendencias en las que la demanda de los consumidores juega un papel trascendental, además del uso responsable del agua y energía eléctrica. Las informaciones y experiencias están disponibles, solo es cuestión de vocación de servicio a la comunidad y apuntar al bien común.
CONCLUSIÓN
El hombre debe entender que es parte de la Tierra y no su dueño. Por ello tiene el deber moral de velar por la vida de otras especies, animales y mascotas; por los espacios y áreas forestales protegidas, de tal modo que acreciente su bienestar y minimice los desequilibrios ecológicos que hoy ocurren cada vez con mayor frecuencia e intensidad y que a la larga afectará a todos. Frida Kahlo, una reconocida pintora mexicana, señaló: "El hombre es dueño de su destino y su destino es la Tierra, que él mismo está destruyendo hasta quedarse sin destino". Con la falta de educación, este fenómeno se agrava notoriamente.
(*) Especialista en Comunicación Rural.