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Visitando todas las exposiciones agropecuarias que se realizan en el país, podemos ver que el avance tecnológico está empeñado en fortalecer el desarrollo y la eficiencia de las tareas rurales, además de la globalización de los mercados, el fortalecimiento de las cooperativas de producción y las asociaciones comunales. En la actualidad, el agricultor paraguayo necesita una asistencia técnica integral, la cual debe incluir una mejor y adecuada educación, además de capacitación continúa en los temas vinculados a la agricultura, ganadería menor y mayor, agroindustria, preservación del ambiente, mercados, ferias e innovaciones para mejorar el desempeño de sus tareas.
En estos momentos se disponen de elementos de comunicación que permiten hacer conocer de forma inmediata el quehacer agropecuario, de tal forma que el productor conozca de antemano qué cultivo puede ser rentable. La tecnología disponible permite tener cultivos alternativos de acuerdo a las necesidades del mercado, de tal manera que deben aplicar estrategias de producción y comercialización, que beneficien al productor o que lo respalden con un seguro agrícola adecuado para ayudar al productor en los momentos de adversidades, ya sean climáticas o eventuales.
La seguridad alimentaria en el Paraguay y el mundo es un desafío para el agricultor nacional, que con su trabajo contribuye no solo a cubrir las necesidades de alimentos de su familia (autoconsumo), sino que con el excedente que comercializa, fortalece la seguridad alimentaria de su familia, la población y, a la vez, colabora con el desarrollo de la economía del país. La pequeña industria puede fortalecer lo producido, como ser una planta industrial de conservas o jugos, de tal forma que no desperdicie nada, y se puede clasificar lo producido, en lo que va al mercado, consumo familiar o industria, como en el caso del tomate. Hoy en día, en Europa, el tomate seco tiene un gran mercado. Con el sol que disponemos en nuestro país, se pueden hacer secaderos a bajo costo. La zanahoria que se destina más del 30 % a alimentación animal puede ser transformada en saludables jugos que den mayor valor agregado.
Las nuevas técnicas de producción de hortalizas, frutas, quesos, miel, huevos, carnes diversas, lácteos y sus derivados, chipás, dulces, postres y otros forman parte de la riqueza en alimentos que, con su trabajo, el productor cada día hace llegar a las diversas ferias y centros de comercialización del Paraguay.
Las actividades del agricultor se ven reflejadas en el Agroshopping, el Abasto Norte y otros centros de distribución, donde los productores hacen llegar el fruto de su trabajo. Todo esto debe ser fortalecido por los ministerios de Agricultura y Ganadería, de Industria y Comercio, y el sector rural privado involucrado en la actividad agropecuaria. En la actualidad, el INT está implementando un sistema muy práctico y barato para hacer harina de mandioca que está al alcance de todos los productores. Este producto tiene un gran mercado, con lo cual fortalece las posibilidades de esta raíz.
El agricultor y su familia necesitan más apoyo en temas de educación, salud, infraestructura vial adecuada, mercados, precios seguros, créditos oportunos con vencimientos e intereses adecuados. Además, al agricultor hay que facilitarle que forme parte de las cadenas de producción, comercialización, y aquellas opciones que dignifiquen su persona y calidad de vida.
La educación y la capacitación agropecuaria son la base para apoyar el desempeño moderno del agricultor, y deben estar sustentados en la actitud y el interés hacia el aprendizaje, deseo de superación y aprovechamiento integral de las oportunidades que nos brinda la dinámica rural.
El aprovechar los conocimientos obtenidos de la tradición y experiencia debe ser reforzado con los nuevos métodos de trabajo para beneficio del agricultor y su familia.
Hoy en día, el trabajo en el campo debe ser optimizado, de tal forma que las nuevas variedades de cultivos puedan ser adaptadas eficientemente, sin dañar el ambiente y en beneficio de todos aquellos que de una u otra forman parte del quehacer agropecuario.
“La educación es la base del desarrollo de las comunidades” (p.m.g.)