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En primer lugar, la estructura de grupa, cuya relevancia es del 20 %, ya que en hembras otorga facilidad de parto. Posteriormente, la funcionalidad pesa en un 40 % en la producción, porque el animal debe tener condiciones de locomoción ideales para ir en busca de su alimento. La mayor cantidad de hueso chato es muy importante. Finalmente, el punto número tres es la fortaleza lechera, que le permitirá resistir a las condiciones de producción (ambiente). Esta variable pesa otro 40 % para lograr buenos rindes en el tambo. Implica capacidad de consumo, que se traduce en animales profundos, con anchura de pecho y buena angulación costillar, que incide en la producción de leche.
(*) Jurado de la raza Holando – Expo Isla Po’i 2016