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La yerba mate es una especie que demanda mucho trabajo, principalmente en la etapa de producción de plantines. Primeramente, se recolecta el fruto desde la segunda quincena de enero hasta abril en forma manual, obteniéndose 1 kg de semillas por cada 8 kg de frutos. Esto representa aproximadamente 135.000 semillas, de las cuales germinan unas 20.000 plantitas. Una vez obtenidas las semillas, se recomienda utilizarlas lo más rápido posible, ya que pierden rápidamente su poder germinativo. Para ello, se prepara un almacigo de 1 m de ancho, 2,5 m de largo y una altura de 15 cm. El sustrato se debe preparar con abundante materia orgánica que puede ser estiércol bovino, humus de lombriz y/o mantillo de bosque. Para prevenir el ataque de algunas plagas y patógenos que se encuentran en el suelo, se recomienda la desinfección del sustrato, lo se puede hacer con agua caliente o con algún productos químico permitido. Una vez sembrado, se cubre con una fina capa de palitos de yerba mate u hojas de pino, de manera a mantener la humedad del suelo. En ningún caso el almácigo debe estar seco. La germinación ocurre a los 30 a 60 días posteriores a la siembra. Después se realiza el repicado o trasplante en macetas, en las cuales las plantitas permanecerán hasta ser trasplantadas en el lugar definitivo, al llegar a los nueve a 10 meses de edad.
PLANTACIÓN
La yerba mate puede ser plantada en todos los suelos donde alguna vez existieron bosques, porque esa condición da a entender que la yerba puede adaptarse sin problemas. Históricamente, la yerba siempre fue parte de los bosques. Para el trasplante se recomiendan suelos fértiles y sueltos, con buen drenaje. La época recomendada es entre los meses de abril a mayo, de manera a aprovechar los días más frescos de esa época. Los plantines están en su mejor momento, porque si se dejan más tiempo las plantitas se vuelven muy altas y finas, ocurre así en el campo el problema conocido como de tumbamiento por efecto del viento. Sin embargo, se podría extender este periodo hasta setiembre, de acuerdo al lugar, debiéndose considerar la incidencia de heladas. A pesar de ser muy tolerante y aumentar los cuidados de los plantines, principalmente en lo que respecta al riego, ya en esta época la temperatura suele ser muy alta y podría dañar a los plantines e inclusive ocasionar la perdida de los mismos.
Con el sistema actual de producción, se está plantando en hoyos de 30 a 40 cm de profundidad y 20 cm de diámetro, con un espaciamiento de 2,5 m por 1 m, lo que nos da una densidad de plantación de 4000 plantas por ha. Este sistema, demanda un monitoreo constante. Sin embargo, la producción es elevada, existiendo experiencias de rendimientos de 20 a 23 ton./ha/año.
RENDIMIENTO
El rendimiento promedio manejado en la zona del departamento de Itapúa, entre los pequeños y medianos productores, es de 5,5 a 9 ton./ha. No obstante, existen productores y empresas que con la aplicación de tecnología y nuevas técnicas, como la aplicación de fertilizantes, densidad de siembra apropiada y nuevos sistemas de poda, están aumentando su producción años tras año, llegando algunos inclusive a 23 ton./ha/año.
(*) Técnico de la DEAg – Itapúa