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La sandía es una planta anual, rastrera, que se da muy bien en nuestro medio. Es generalmente roja, por la presencia de una sustancia antioxidante: el licopeno. La misión técnica de Taiwán ha incorporado variedades amarillas. Es refrescante y baja en calorías. La cáscara se usa para preparar fruta abrillantada y las semillas se pueden consumir tostadas, por su alto contenido en vitamina E. Las condiciones de suelo y clima de nuestro país son excelentes para producir sandía, ya sea en la región oriental o el Chaco. En ambas regiones tiene muy buena demanda durante el verano, por ser una fruta jugosa y refrescante.
Numerosos productores nacionales están cultivando sandía mediante prácticas apropiadas, lo cual permite ofrecer, en el mercado nacional, un producto de excelente calidad durante un periodo cada vez más largo. Esto puede ayudar a evitar el ingreso de la sandía brasilera que, además, tiene un mayor precio que la nacional.
Variedades
Sugar Baby, Crimson Sweet, Charleston Gray, Jubilee, Crinson Sweet PTU, Crimson Sweet extra, Fair Frax, Smile, Thundell Ball, New Kodama, Kodama, Bright gem, Olympia, Manchester, Top Gun, Star Red, Elisa, Kongo Tipo Personal: Duly, Smile, Rápid FIRE. (Tomado de publicación elaborada y actualizada por: Ing. Agr. Graciela Estigarribia, Ing. Agr. Juanita Caballero e Ing. Agr. Édgar Figueredo).
Las nuevas variedades y técnicas de cultivo permiten al productor cosechar anticipadamente, o fuera de época, a fin de obtener mejores precios. En el Abasto Norte se ha anticipado la llegada de excelentes sandías de diferentes tamaños, traídas por los propios productores en camiones del MAG y haciendo más fácil la venida de los productos al centro de consumo.
Tiene mayor demanda durante los meses del verano. El cultivo se realiza en zonas cálidas, con mucho sol y suelo fértil. Su sistema radicular es desarrollado, profundo y lateral, lo que le confiere una gran resistencia a la sequía. El riego puede ser dañino cuando los frutos están formados, por el riesgo que corren de agrietarse y disminuir en la cantidad de azúcares. Prefiere suelos francos, ricos en materia orgánica, con un pH de 5, 5 a 6,5. Se puede adaptar a otras condiciones de suelo y clima, siempre que sea suelto y drenado adecuadamente.
Siembra
Cada vez se anticipa más la entrada de sandía al mercado, debido a que se adelantó la época de cosecha mediante los avances en la siembra que se realiza actualmente, antes de terminar el invierno en ciertas zonas, como la del Norte, donde hay muy pocas heladas. Así, en julio, e incluso antes, ya se puede sembrar anticipadamente.
En áreas de Paraguarí también se recurre a prácticas simples, como la siembra en pequeños hoyos y coberturas de ramas y hojas para proteger las plantitas de los fríos. Esta forma de sembrar, además, facilita el abonado. Pero no solamente se puede adelantar la siembra, sino también seguir haciéndola en la época normal y en forma tardía, práctica que permite ofertar la fruta durante los meses de marzo y abril.
Tradicionalmente, la sandía suele sembrarse en agosto y setiembre, pues, de esta manera, se satisface la demanda durante un periodo más largo.
Con la siembra tempranera, normal y tardía se consigue satisfacer la demanda durante mucho tiempo e intentar la exportación, aprovechando la buena calidad de nuestros frutos y la producción coyuntural en los países vecinos. Pero lo más importante es que, mediante la siembra escalonada, se consiguen mejores precios ofertando la fruta fuera de época. Esto significa fuera del tiempo normal, que es cuando hay una excesiva cantidad de sandía en los mercados y supera la demanda con la consecuente baja en los precios.
Para la siembra tempranera, antes de que pase el invierno, muchos productores siembran en hoyos en los cuales no solamente pueden abonar, sino también cubrir con ramas para proteger las futuras plantitas del frío. De esta manera, cuando crecen, ya llega el calor y se desarrollan adelantando el fructificación.
También se emplean macetas para la siembra tempranera, lo que permite proteger las plantas en invernaderos de plástico. La sandía se puede producir muy bien en el Chaco, pues no es exigente en agua; por el contrario, mucha lluvia le perjudica y, en caso de sequía, basta regar cada planta con un jarro de agua.
Cosecha
La cosecha de la sandía se inicia a los 75 a 95 días después de la siembra y según las variedades. Los frutos maduros se reconocen por los siguientes signos: ruido sordo al golpear la cáscara, pedúnculo seco del fruto, mancha basal del fruto (parte en contacto con el suelo) pasa del color blanco al color crema y un polvo blanquecino, parecido a la cera que cubre el fruto. Los rendimientos esperados varían de 300 a 550 docenas de frutos por hectárea, según la época del año y las condiciones del cultivo.
Propiedades medicinales
Por ello, la sandía mejora la circulación, previene problemas cardiovasculares y, como efecto secundario, también actúa como un viagra natural. La sandía está compuesta en un 92 % por agua, y en el 8 % restante se encuentran innumerables vitaminas y minerales beneficiosos para la salud. Es un suplemento vitamínico natural, que contiene vitamina A, que es buena para la vista y la piel; vitamina B6, que actúa como neurotransmisora, previene trastornos, como la ansiedad y el estrés; y vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico. Deportistas de alto rendimiento y corredores de maratón que consumen sandía no solo se benefician de la hidratación, sino que gracias a la citrolina también se abren sus vasos sanguíneos, mejora su circulación, ritmo cardiaco y oxigenación. Mejora la digestión y eliminación de líquidos. Su color rojo se debe al licopeno que posee antioxidante y, por tanto, ayuda a prevenir muchos tipos de cáncer.
"La educación es la base del desarrollo de las comunidades". (p.m.g.)