Algunos aspectos sobre el manejo del cultivo de la acelga en el periodo otoño-invierno, en comparación con la estación primavera y verano serán enfocados para conocer de esa manera, las variantes que presenta cada periodo. Lo primero que se realiza al terminar el periodo estival es analizar el suelo para ver las condiciones del mismo después de la campaña agrícola de esa estación. Luego de los estudios en el laboratorio, ya tenemos el suelo con el grado de la intensidad de fertilizantes orgánicos utilizados. Con estos datos, entonces se llegó al resultado de que se debe aplicar en la huerta a razón de 200 gramos de cal por cada metro cuadrado. Esto no solamente para mejorar el pH del suelo, sino también la reducción notable de la incidencia de muchas enfermedades. Una vez que se realiza la preparación del suelo, se le aplica al voleo menos cantidad de semilla de acelga por metro cuadrado.
Para la siembra en la época de verano, se utiliza semilla tolerante al calor, porque la acelga es una planta de invierno. Luego de tirar al voleo la simiente de acelga se desparrama, a razón de 1 kilo por metro cuadrado, estiércol de vaca. Posteriormente, hay que sacar los terrones de estiércol para que la germinación de la planta sea buena. También con la aplicación de la azada en la huerta, se logra golpear (no bruscamente) la tierra y proceder al riego correspondiente. Lo que se busca es la ausencia de burbuja de aire y que de esa forma no haya dificultad en la germinación de la simiente.

FERTILIZANTES
El empleo del abono químico es casi indispensable. El clima apropiado para el cultivo se tiene en otoño e invierno, siendo ideal el período que corre de marzo a agosto. Sin embargo, los productores comerciales siguen cultivando acelga bajo sombra en épocas de calor.
La acelga se puede sembrar directamente en lugar definitivo. Pero es más conveniente, porque da mejor resultado, cuando se la siembra en almácigo para su posterior trasplante. De esa manera se facilita todo el trabajo.
En el almácigo se puede sembrar al voleo o en surquitos, esparciendo suficientemente las semillas para evitar que se encimen, lo que suele ser causa de muchos problemas. El trasplante debe hacerse en día nublado o en horas frescas, dejando entre hileras 30 a 40 centímetros de distancia, y entre matas 20 centímetros. El trasplante de la planta se puede hacer cada 22 a 30 días después de la germinación.

COSECHA
La acelga requiere remoción del suelo una vez al mes por lo menos, y riegos abundantes todos los días. La cosecha se realiza cortando las hojas periféricas, 3 a 4 veces por mes, lo que ayudará la continuación del ciclo vegetativo de la planta.
Para que no pierdan vigorosidad las plantas, se deben sacar no más de 3 hojas aproximadamente cada 5 u 8 días. Si se le extrae una mayor cantidad de hojas disminuye la productividad del cultivo.
La acelga es una verdura que se produce mejor durante el clima frío, por lo que se pueden aprovechar las temporadas de otoño e invierno para su cultivo, y con mayor razón por la necesidad de incrementar el consumo de este tipo de alimentos, que a su vez es fuente de vitamina A, sustancia que defiende y mantiene la salud.