Cultivo de durazno - Dr. P. M. Gibert

El durazno sigue siendo una fruta requerida en el mercado nacional. Precisa de muchos cuidados y hay que seleccionar bien las variedades a utilizar para obtener mayor rendimiento y mejor precio, ya sea para la industria o la venta en fresco.

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El duraznero —para algunos autores— es una planta originaria de Irán y China, y es conocida en otros países como melocotón. Esta planta era considerada por los chinos como fruta de la inmortalidad. Es un árbol de porte pequeño que habita en los climas templados y frescos, soporta bien los fríos, pero no las heladas; es por ello que se debe tener especial cuidado cuando se preparan los almácigos donde van a ir las plantas definitivas; es decir, lugares donde las heladas no son muy fuertes y tienen reparos de plantas o árboles que amortiguan el efecto de este fenómeno, con productos especiales o la aplicación de técnicas muy sencillas de protección contra las heladas, como la de poner tambores con aserrín de madera para producir humo. Se puede usar el jarabe de ka’a he’ê diluido en agua al 2 %, de acuerdo a los trabajos que he realizado en la finca experimental Valepai de Caacupé.

Existen cientos de variedades de durazneros que se pueden dividir en dos grandes grupos: aquellas que tienen la pulpa suave y jugosa, y tienen la propiedad muy apreciada por los consumidores de que la pulpa se separe fácilmente del carozo, teniendo las características de que al desprenderse dejan una marca del mismo en la pulpa, a veces adhiriéndose parte de la semilla a ella; estas variedades son conocidas como duraznos abridores. Las otras, como el durazno pérsico y peladillos, tienen la pulpa más duras y se adhiere muy fuertemente al carozo; estas son especialmente utilizadas para hacer conservas o deshidratados.

CULTIVO

Para su cultivo, los almácigos se preparan entre febrero y abril, de tal forma que permitan realizar un buen laboreo agronómico y el desarrollo de las plantitas hasta el momento de su trasplante que se hará desde mayo, sin sufrir los grandes calores. Otros productores trabajan con plantas injertadas para darle mayor resistencia a la planta, y también adaptar variedades resistentes a algunas plagas y mayor tamaño del fruto.

Una vez preparados los tablones, se siembran las almendras que se han obtenido de la cosecha anterior en almácigos previamente preparados con mantillo de monte y tierra del lugar en partes iguales, guardando una distancia entre ellas de 20 cm y 30 cm de separación entre surcos.

Los productores que trabajan con frutas para la mesa hacen la propagación por medio de plantines injertados, con plantitas de más de un año de edad; luego son trasplantadas a su lugar definitivo en el mes de mayo, cuando comienzan los fríos. La distancia entre ellas estará marcada por el tipo producción, pero se recomienda una distancia entre plantas de más de 5 m para permitir los trabajos de poda y cosecha.

PODA

Este tipo de plantas requiere un sistema de poda muy característico; el primero está basado en una poda de formación, de tal manera que la planta no tenga mucho desarrollo, quede bien armada, y permita hacer la poda de fructificación para obtener mejores frutas y mayor rendimiento de la planta. La primera poda es la de formación, que comienza podándose el tallo único, a una altura de 70 cm. La de fructificación se realizará para que esta no deje crecer mucho la planta y favorecer las labores de recolección.

Terminada la poda, siempre se debe realizar una fertilización adecuada, la cual estará determinada por los requerimientos del suelo mediante un previo análisis del mismo.

El cultivo se debe mantener limpio debajo de las plantas, para que no haya malezas que compitan con la misma y perjudiquen su producción.

Después de las podas es necesario utilizar en los cortes un sellado con el caldo bordelés, para evitar la entrada de diferentes enfermedades.

Punto clave para tener en cuenta. Las herramientas que se utilizan en la poda deben ser esterilizadas con soluciones de lavandina, si es posible en la poda entre planta y planta, para evitar los contagios de alguna enfermedad que pudieran tener alguna de ellas.

El momento de la cosecha está indicado de acuerdo a la variedad, por el cambio de color que va teniendo la piel de la fruta; es decir, puede ir de un verde a un cremoso o bordó, característicos de los duraznos rojizos.

Se deben elegir las frutas ya terminada su maduración, de tal forma que puedan almacenarse en cajones, no en bolsas, para no dañar la fruta. Si la entrega al mercado se va a demorar, se recomienda poner las frutas en un lugar sombreado y fresco. Los productores especializados tienen tapas separadoras que poseen unos huecos, que permiten poner en ellos una fruta en cada uno, de tal forma que las mismas no se toquen y, por lo tanto, no se perjudiquen; esto favorece la presentación y preservación de la fruta.

USO Y PROPIEDADES

El jugo de durazno es muy diurético cuando se lo toma en ayunas; además es nutritivo y sirve para regularizar las funciones intestinales.

Las hojas del duraznero son también utilizadas para hacer té y por sus propiedades para favorecer la digestión; también son recomendadas para los diabéticos y los que sufren de gota.

Arrancar las hojas en el momento en que las frutas están maduras y ponerlas por unos minutos al vapor, luego secarlas con papel diario o secante, posteriormente, conservarlas en la heladera para preparar infusiones. Se debe tener en cuenta que las hojas de durazno contienen un veneno cuyo nombre es conocido vulgarmente como ácido prúsico, por lo tanto, no se debe abusar de las dosis de uso.

“La educación es la base del desarrollo de las comunidades”. p.m.g.

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