Cultivo de ajo

El cultivo de ajo es una interesante alternativa para el productor nacional, ya que hay variedades adaptadas a nuestro clima y que se desarrollan bien, además, su venta es permanente. A nivel país, se estima que el 10 % de lo que se consume es producción nacional y el 90 % se trae de China y Argentina. (Ing. Agr. Jorge Vega)*

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El ajo es un cultivo que requiere climas templados y secos. Preferentemente se debe sembrar cuando hayan pasado todas las posibilidades de heladas, aunque soporta bien fríos de hasta 10 °C. Cuando sube la temperatura se desarrolla mucho más rápido. En nuestro país crece muy bien, dando buena producción en la zona centro-sur.

PREPARACIÓN DE SUELO

En la preparación de suelo para el cultivo del ajo, se recomienda que tenga buena materia orgánica (estiércol vacuno), entre 1 a 1,5 kg por ha. Si el cultivo anterior fue de abonos verdes, es mejor, pero si no, se recomienda un análisis y aplicación de calcáreo por lo menos un mes antes del cultivo. Se debe tener cuidado, ya que el ajo en su primera etapa puede tener problemas si hay exceso de nitrógeno en el suelo, y esto se nota cuando hay buena formación vegetativa, pero no logra buen tamaño de cabeza de ajo.

SIEMBRA

En lo referente a los tablones o camellones en los cuales se sembrarán las semillas de ajo, se utilizan de 1 a 1,10 m de ancho y hasta 25 m de largo. Esto queda a criterio del productor, atendiendo el espacio con que cuente; también se puede hacer a surcos corridos. El distanciamiento entre plantas debe ser de 15 cm y entre hileras de 40 cm, con el objetivo de obtener cabezas grandes para su comercialización y dientes grandes para usarlos como semillas en el próximo cultivo. Se puede disminuir el distanciamiento entre plantas hasta 10 cm para lograr una mayor cantidad de cabezas.

A la hora de la siembra, se recomienda el uso de entre 700 a 1200 kg de semilla por hectárea, esto se puede multiplicar entre 8 a 10 veces más su producción (dientes). O sea, si se utilizan 1000 kg de semillas, se podría esperar un rendimiento de 8000 kg. Sin embargo en nuestro país el rendimiento sigue siendo bajo que está entre los 4000 a 5000 kg por ha.

VARIEDADES

Las variedades que han demostrado una buena adaptación a nuestro clima son Mineiro, que es tempranera y su cultivo va desde marzo hasta fines de mayo (140 días hasta su cosecha), y la variedad Cazador un poco más tardía (170 días hasta su cosecha) y puede sembrarse desde mediados abril hasta mediados de junio. Existen otras variedades de ajo cuyo comportamiento y adaptación se sigue estudiando.

CUIDADOS CULTURALES

Una vez establecido el ajo, es importante realizar el control de malezas ya que este cultivo no tolera su presencia, también necesita de riego, por lo menos entre dos a tres veces por semana, puede aguantar un poco de sequía, pero se recomienda que siempre tenga buena humedad.

En lo referente a enfermedades, hay algunas que aparecen como la roya, pero el ajo es bastante resistente, además hay algunos fungicidas que pueden controlar estos problemas.

También se puede dar la aparición del ácaro blanco que se controla con productos que contienen abamectina o en algunos casos orugas que pueden cortar el cuello de la planta y la perjudica totalmente, en este caso se puede utilizar algún producto cuyo principio activo es la cipermetrina.

COSECHA

El momento de la cosecha se puede reconocer cuando las hojas del cultivo se tornan amarillentas, sin embargo, es fundamental guiarse por la duración de su ciclo (tempranera —140 días— y tardía —170 días aproximadamente—).

Otro punto a tener en cuenta dentro de lo que es la cosecha y pos cosecha, es que el productor debe seleccionar bien aquellas cabezas que serán para la comercialización y aquellas que pueden ser destinadas a semillas (las más grandes).

PREPARACIÓN DE SEMILLA

En Paraguay se mantiene el problema de disponibilidad de semillas, por lo que el productor en muchos casos se ve obligado a comprar a un alto precio. Sin embargo, como ya dijimos, se recomienda elegir aquellas cabezas más grandes, realizar un pequeño oreo o exposición al sol (1 o 2 horas) para que se seque. Posteriormente, puede llevar las cabezas bajo techo, especialmente en un lugar bien ventilado para que pueda seguir su proceso de secado, esto puede durar 30 días. Luego ya se le puede sacar la primera película y cortar la caballera radicular

COSTOS Y GANANCIA

Si habláramos de costo de producción, en lo que más se gasta es en compra de semillas y mano de obra, en la zona de Artigas, Itapúa, los productores están teniendo un costo de producción aproximado de unos G. 4.000.000 contando la semilla, la preparación de suelo y el cultivo.

Sin embargo la ganancia puede ser interesante, si se obtienen entre 140 a 160.000 plantas por ha, cuyo precio promedio es de G. 1000, lo que daría un valor bruto de G. 14 a 16.000.000, del que se deben descontar los G. 4.000.000 ¡ de costo de producción y unos G. 500.000 de trabajos pos cosecha.

(*) Técnico del IPTA de Caacupé

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