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Las abejas africanizadas son descendientes directas de las importadas de Africa por el Dr. W. Kerr en 1958 en el Brasil, y que posteriormente invadieron casi todas las Américas por enjambrazón natural. En el Paraguay, se las ha detectado por primera vez en Coronel Martínez (Guairá), en el colmenar del Sr. Juan Foster, en 1964.
Estas abejas tienen algunas características muy positivas, ausentes en abejas europeas; por ejemplo: son muy rústicas (resistentes a enfermedades y depredadores); usan menos alimentos para pasar el invierno, y desarrollan muy temprano la colonia en primavera.
Otras características son consideradas como negativas: su gran capacidad de defensa (se traduce en agresividad); su inclinación al pillaje (robo a colonias), y una excesiva enjambrazón. Son reacias a aceptar larvas transferidas con el sistema Doolittle, por lo tanto, más difícil de cosechar la jalea real por el citado método.
SELECCION DE LA COLONIA MADRE
Comenzaremos seleccionando una colonia cuya producción de miel haya sido satisfactoria por lo menos en una temporada (indicaría que tiene una reina muy prolífica); las obreras de la misma deben ser grandes y, si es posible, no muy agresivas. Con estos caracteres podemos esperar criar reinas que satisfagan nuestras expectativas.
LA OPERACION
Seleccionada la colonia a la que llamaremos "madre", nos equiparemos adecuadamente: camisa gruesa y clara, botas o calzados que protejan los tobillos, un buen velo y, optativamente, un par de guantes; un levantacuadros completará nuestro equipo.
Luego de ahumar y abrir la colmena, iniciamos la búsqueda de la reina cuadro por cuadro, y con el mismo cuadro en que la encontramos la pondremos en un nuclero para dos o tres cuadros, con la entrada cerrada para que ninguna abeja pueda salir. Conviene poner un cuadro de alimento con sus abejas también dentro del nuclero y así lo guardaremos en un lugar oscuro y fresco para que se tranquilicen reina y acompañantes.
La colonia organizada deberá quedar con por lo menos un panal que contenga crías muy pequeñas (larvas recién nacidas o huevos), en el centro del nido de cría, para que las obreras puedan, de esas crías, seleccionar e iniciar la cría de reinas de reemplazo. Por lo general, las obreras alimentarán a varias larvas para convertirlas en reinas.
Al día siguiente de haber retirado la reina y al oscurecer, conviene dar en un alimentador Doolittle (de cuadro) unos 150 gramos de jarabe de azúcar para estimular a las abejas a erigir celdas reales con larvas bien alimentadas.
Luego de cinco días de haber iniciado el trabajo, revisaremos cada panal, en especial las del centro, que ya tendrán varias celdas reales operculadas. Las celdas pequeñas se destruyen.
En este tiempo, las larvas reales ya tendrán entre 9 y 11 días de edad (3 días como huevo, entre 1 y 3 como larva y 5 alimentadas ya para reina) y como las abejas africanizadas nacen entre 14 y 15 días, tenemos un tiempo de 3 a 4 días para preparar los núcleos que han de recibir las celdas reales.
PREPARACION DE LOS NUCLEOS
Una vez identificado el número de celdas reales aptas, prepararemos los núcleos que han de alojarlas.
Opción 1: Si contamos con varias colmenas pobladas podemos intercalar dentro de un nuclero: un cuadro con crías de una colmena, más otro con miel de otra colmena, ambos con sus abejas adheridas, pudiendo agregarse más cuadros según la disponibilidad de cuadros que haya en cada núcleo formado.
Opción 2: Usando una sola colmena, podemos aprovechar para formar tantos núcleos como panales con cría haya en ella, poniendo un panal de cría y un panal con alimentos. Distribuiremos los núcleos así formados a no menos de cuatro metros de distancia de cada uno, sobre caballetes individuales a unos 50 centímetros de altura, la entrada o piquera deberá ser restringida al paso de una o dos abejas solamente.
Usando ambas opciones, cuidaremos que las abejas no abandonen la nueva vivienda. Si esto sucede, cambiaremos de lugar la despoblada con otra fuerte. Este cambio de lugar puede hacerse tantas veces sea necesario.
Un día después de formar los núcleos, ya tenemos que distribuir las celdas reales para evitar que accidentalmente nazca una de ellas y sacrifique a las demás larvas reales.
(*) Asesor apícola SNPP