Para obtener mejores rendimientos en la cría de cerdos a campo es recomendable trabajar con animales de razas mejoradas, para obtener más carne y menos grasa, en menor tiempo y con menos alimento. Dan buenos resultados aquellos obtenidos de triple cruza, donde se han marcado el buen desarrollo de los cuartos traseros y paletas, buena adaptabilidad al ambiente, resistencia a algunas enfermedades y fácil manejo.
Se debe tener en cuenta que el costo más grande en la cría de estos animales es la alimentación, ya que significa casi el 70% del total del mismo. Los ingredientes más voluminosos de las raciones son aquellos que aportan energía, como el maíz, el sorgo, la mandioca o la batata, que ocupan más del 65% de la ración, de acuerdo a la etapa de desarrollo.
Los requerimientos nutricionales de los cerdos dependen del sexo, la edad, la raza o variedad, el estado sanitario, el manejo y el ambiente en que son criados. Se debe considerar que, siguiendo las recomendaciones nutricionales de los animales seleccionados, son necesarias por lo menos cinco raciones diferentes; el preiniciador, iniciador, crecimiento, terminación y reproducción, la cual a su vez se divide en gestación y lactación. Todas estas fases se pueden desarrollar teniendo en cuenta la edad o el peso del animal.
En cada caso, los requerimientos de energía, vitaminas, minerales y proteínas en las cuales se incluyen los aminoácidos, son diferentes algunos de los alimentos usados. Cada una de estas etapas debe ser satisfecha, de tal modo que los animales reciban diariamente los elementos necesarios para poder expresar todo su potencial genético. De nada vale tener cerdos de excelente calidad genética si no se les va a dar de comer lo que necesitan. En la cría a campo se pueden cumplir todas las reglas requeridas en nutrición, con solo suplementar lo que falta, como ser los aminoácidos, vitaminas y minerales. Esto se puede dar en dos raciones diarias mezcladas con el maíz.
Cualquiera de las raciones que se necesite preparar pueden ser realizadas con, mandioca o batata, ya sea fresca o en forma de harina seca.
Si la mandioca se utiliza en forma fresca, se debe tener en cuenta que primero hay que proporcionar el concentrado y luego ofrecer la raíz fresca o cocinada, debido al alto contenido de agua que tiene, lo que causa la sensación de plenitud estomacal rápidamente.
Antes de usar en cerdos la mandioca fresca, ya sea la raíz o sus ramas, se debe hacer un “acostumbramiento” previo de los animales, para que puedan tener oportunidad de levantar el tenor de metahemoglobina en sangre, y así defenderse de cualquier sobredosis de ácido cianhídrico que pudiera haber. Si se les suministra follaje recién cortado el corte, debe ser realizado después de las 10 de la mañana, que es la hora en que la planta tiene menos contenido de este ácido.
Las raciones preparadas con harina de mandioca no tienen límite de uso, siempre y cuando se cumpla con los requerimientos establecidos anteriormente. Esto hay que tenerlo muy en cuenta, ya que los límites son grandes cuando no se le pone lo que falta. Hay que recordar, sobre todo en el preiniciador, iniciador y crecimiento, que las cantidades de metionina y lisina que tiene la mandioca son bajas y limitantes para la mandioca.
Si se utiliza más de 30% de expeler de soja, estos factores prácticamente desaparecen, debido a que la oleaginosa los aporta, cuando es de buena calidad. En este caso, siempre verificar el color del expeler; si es muy oscuro, está pasado de temperatura y la calidad de la proteína está en riesgo. Si está muy pálido, los factores antinutricionales no han sido eliminados.
Cuando la diferencia de precio entre el grano de maíz y la harina de mandioca -ambas con 12% de humedad- es de 20%, es más económico utilizar la última alternativa.
Cuando los animales están acostumbrados a comer la hoja de mandioca reduce la suplementación proteica, ya que la misma tiene 23 a 25% de proteína cruda.
En la cría a campo se pueden obtener animales similares a los producidos en confinamiento con menor inversión, bajos costos operativos; menor agresión del ambiente, menor consumo de agua, mejor comportamiento animal, lo que disminuye el estrés y por ende aumenta la conversión alimentaria.
La pastura cumple en nuestro sistema con el objetivo de estar siempre disponible. En el sistema no se la tiene solo como cobertura protectora del suelo, sino como un necesario recurso alimenticio. Para lograr una buena conservación de la pastura y ofrecer abundante alimento de forma permanente durante todo el año, se debe realizar la rotación de los animales entre los piquetes, dejándolos vacíos cierto tiempo, de manera de recuperar la vegetación. Esta rotación depende tanto de la carga animal como de las condiciones climáticas existentes.
Algunos productores de cerdos a campo usan solamente dos tipos de raciones con las siguientes características: ración para las madres: Proteína Cruda (PC) 14%, Energía Digestible (ED) 3.290 kcal/kg; y ración para lechones: PC 21.5%, ED 3.500 kcal/kg.
El pastoreo favorece el ejercicio del animal que, sumado al consumo de fibra, logra disminuir los problemas al parto y aumentar la producción de leche de la cerda.
Si se usa concentrado, se puede sustituir el 50% por pasturas en la etapa de gestación, lo que significa un ahorro de más del 20% de la ración por ciclo reproductivo.

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