Las instituciones relacionadas con el rubro del textil están realizando muchos esfuerzos para que las fibras del algodón paraguayo sean nuevamente limpias y bien desarrolladas como antes. Es importante saber cómo se debe proceder para obtener un algodón bien limpio y de excelente calidad, para que pueda venderse a buen precio en el mercado internacional. El transporte del algodón se debe realizar en forma adecuada, así como también su cosecha y almacenamiento debe hacerse correctamente. No se debe amontonar algodón en cualquier lugar, donde pueda ensuciarse o destruirse y echar a perder todo el esfuerzo realizado en su cultivo.


La industria no puede limpiar el algodón

Cuando el cargamento de algodón llega a las desmotadoras se procede a la limpieza y se extrae toda la suciedad y cuerpos extraños que contenga.

Es importante capacitar a todas las personas que trabajan con el algodón desde su siembra, para que no se moje o no se le adhiera polvareda. La fibra de algodón de la cual ya se extrajeron todas las semillas es llevada a la hilandería. Esta, por más que sea de alta tecnología, ya no puede sacar las pequeñas suciedades que pasaron hasta ese lugar, debido a que este trabajo se realiza totalmente con maquinarias automatizadas.

Con estos equipos, de las fibras del algodón se fabrica gran variedad de hilos, de los cuales se elaboran tejidos para confeccionar prendas de vestir o artículos de diversas clases según la necesidad.


Lo más perjudicial

El mayor perjuicio para la calidad de la fibra del algodón constituye la suciedad va que entre ella si es que no se cuida, como hilos de plastillera, plumas de aves, cerdas, pedazos de trapo, entre otros elementos extraños. El hilo de la bolsa plastillera es el más feo y perjudicial de todos los contaminantes. La industria suele mostrar pedazos de tela de partidas rechazadas, hechos de cargamentos de algodón sucio. En ellos se puede comprobar perfectamente los defectos que dejan los pedazos de hilo de plastillera que desmerita totalmente la calidad. Cuando se tiñe la tela con algún color se nota toda la suciedad que había en la materia prima. Por eso es bueno que se cuide muy bien el algodón, desde la primera cosecha hasta su finalización.


No usar bolsas plastilleras

Cuando se recoge el algodón se puede ensuciar. Cuando se emplea la bolsa plastillera para la recolección siempre quedan entre las fibras de algodón restos de hilo de nailon que se deshiló. Muchas veces, los agricultores
-cuando juntan los capullos- llenan al máximo las bolsas cosecheras, y al arrastrar ensucian y mojan el algodón.

No se debe emplear ya la bolsa plastillera en la cosecha del algodón, para trabajar mejor todos deben usar la bolsa arpillera hecha de hilos de algodón.

Las bolsas cosecheras de algodón son distribuidas en las zonas de producción de este textil por parte del MAG, para que se pueda lograr una materia prima limpia de mayor calidad para su comercialización a las industrias. Si se puede, se deben emplear dos bolsas para cosechar el algodón; en una pondremos los capullos más lindos y en la otra colocaremos las de segunda calidad.

El algodón se puede ensuciar también cuando se extiende para su secado al sol, si es que no se lo protege de animales domésticos, especialmente de las gallinas.

Si el lugar donde se extiende el algodón para su secado tiene cercos de protección, los animales domésticos no podrán ensuciarlo.

Lo mejor para extender el algodón para su secado es una plataforma de madera comúnmente conocida como sobrado, sobre el cual se extiende una carpa plástica de color negro. De esta forma no lo podrán tocar los animales domésticos y se lo protegerá de la lluvia. Cuando se junta el algodón en el perchel también se puede ensuciar el algodón, porque allí pueden llegar las gallinas para poner sus huevos.


Embolsar y guardar en lugares adecuados

El algodón que ya fue secado al sol debe ser puesto lo antes posible en bolsones y no se lo debe dejar en cualquier lugar.

Se recomienda embolsar el algodón y ponerlo en depósitos bien almacenados, para que tenga buena ventilación y no se humedezca.

Para que el algodón paraguayo recobre su prestigio en el mercado internacional y pueda tener nuevamente buen precio, se requiere un esfuerzo mancomunado de los técnicos, productores y acopiadores, para que se pueda obtener una fibra de alta calidad y que no tenga nada que pueda bajar su calidad, especialmente el hilo de la bolsa plastillera.

Tanto los técnicos como los productores y acopiadores deben capacitarse para conocer y saber cómo lograr el algodón limpio.

Se debe emplear bolsa cosechera de hilos de algodón.

Si todos los que trabajan con el algodón hacen bien su trabajo se podrá tener nuevamente en Paraguay una fibra de alta calidad que tendrá buen precio en el extranjero.

Los agricultores algodoneros deben utilizar solamente bolsas cosecheras de hilos de algodón y hablar con los técnicos; ellos les explicarán los métodos correctos para tener éxito en la producción.