No se puede pasar por alto el importante papel desempeñado por los enemigos naturales que utilizan a las hormigas como fuente de alimento frecuente (osos hormigueros, tatúes, kaguarés, coatíes) u ocasional, que atacan a las reinas al salir de las minas (sapos, murciélagos y algunos pájaros).
Una forma de control natural es ejercida por el clima (hay muchas muertes de reinas por inundaciones o sequías en los periodos de formación de nidos nuevos). También está el uso de hongos entomopatógenos. Existen -en otros países- formulaciones en forma de polvo mojable que contiene las esporas del hongo; se aplican insuflando directamente en los orificios de salida del hormiguero.
Se conocen, además, técnicas para producir estos hongos en laboratorio, usando sustrato de arroz, harina de soja y agar, dentro de botellas de vidrio. La aplicación se hace disolviendo la masa del patógeno con agua y se vierte directamente en los orificios.
La acción de estos hongos es por contacto y estomacal; enferman y matan a las hormigas que se contaminan con sus esporas, llegando a diseminar el patógeno por todo el interior de la colonia.
Existen restricciones de uso, como la humedad relativa y la temperatura, que deben ser apropiadas para que el patógeno actúe. Se requieren temperaturas superiores a 20 ºC y humedad relativa por encima de 70%.

MECANICO
Este sistema implica el uso de barreras para evitar el acceso de hormigas a los árboles o arbustos atacados. Las formas más comunes son los conos de hojalata a los que se impregna con grasa consistente o vaselina en pasta, y se los coloca a los troncos de las plantas a proteger; con ello, se evita el acceso de las obreras hasta la copa. Los platos de cerámica perforados en su parte interna constituyen otra opción válida, principalmente en los jardines para proteger las plantas de rosa. El dispositivo posee una parte acanalada en la que se coloca agua o aceite como barrera. Como sustitutos pueden servir también los neumáticos usados que se cortan a la mitad y se los coloca enterrados a ras del suelo.


Una manera de realizar el control mecánico de hormigas es el que se suele recomendar para combatir el akeke en el Chaco; consiste en realizar aradas profundas para control de nidos en potreros destinados al cultivo de pasto estrella y pangola.

QUIMICO
Se pueden realizar distintos tipos de tratamientos, usando diferentes formulaciones.
Polvos secos: se aplican usando aparatos llamados insufladores; la dosis en media es de 10 g/m2 de área de tierra suelta ocupada por el hormiguero. Los grupos químicos más recomendados son los que se mencionan en el siguiente cuadro.
La aplicación de polvos sirve para controlar ysau y akeke, indistintamente, y en dosis un poco menores a las indicadas más arriba para el akeke. El uso de polvos con insuflador se recomienda más en épocas de sequía, cuando los orificios internos están limpios y secos para alcanzar mejor las cámaras internas del nido. Previamente a la aplicación, debe retirarse totalmente la tierra suelta de mina. No debe aplicarse polvo seco en orificios de corte activos. Casi siempre son necesarias reaplicaciones (repases) en orificios que se reactivan.

CEBOS TOXICOS
Se recomienda el uso de dispositivos llamados "portacebos", de plástico, que se colocan sobre pequeñas estacas y guardan en su interior cebos, pudiendo así quedar secos por mucho tiempo, sin preocupación por alta humedad o lluvias, permitiendo un acarreo constante por parte las hormigas que sufrirán una gran intoxicación de castas inferiores, lo cual causará un gran desorden en la colonia para terminar finalmente con la muerte de la reina.
Estos cebos tóxicos son preparados en forma comercial con los siguientes ingredientes: Principios activos (Fipronil, Sulflaramida o Clorpirifos 0,01 al 0,3%) + Inertes (pulpa blanca o albedo de naranja, harina de soja y aceite vegetal).

La mezcla de inertes y principio activo viene en forma de pequeños pelets que se distribuyen al costado de los carriles de las hormigas, en días de gran actividad de las mismas, y condición de suelo seco.
Observación: Nunca se debe tocar el cebo con la mano, solo cortar la bolsa en un ángulo y dejar caer los gránulos porque nuestro olor queda impregnado y alerta a las hormigas que, en lugar de acarrearlos, los alejan del orificio de corte.

INSECTICIDAS LIQUIDOS
De uso más frecuente en los últimos tiempos, se aplican usando pulverizador a mochila en orificios activos de corte, previa limpieza o eliminación de tierra suelta de la mina o nido, usando pala y azada. No hay restricciones para uso con relación a la humedad del suelo (es preferible en épocas lluviosas). En el cuadro siguiente, se pueden apreciar algunas consideraciones:

GRUPO QUIMICO
POR LITRO DE
AGUA APLICACION
Fenil Pirazol 1 centímetro cúbico Sobre área de 5m2
Fenil Pirazol 1 gramo 50 cc/orificio activo
Fosforado 10 centímetros cúbicos 10 cc/4m2 de nido
Clorofosforado 10 centímetros cúbicos 10 cc/4m2 de nido

CONTROL FISICO
En este caso, el uso de calor en forma de agua hirviente se aplica directamente sobre la población de insectos. Esto sirve para hormigas akeke con nidos superficiales localizados entre el pasto. Se hace remoción con pala, se expone al hongo y las hormigas y se derrama el agua hirviente. Puede funcionar también para erradicar nidos iniciales de ysau, considerando que aún son poco profundos y con una sola cámara.
Se debe considerar que para grandes superficies (ganadería) este tipo de tratamiento se encarece en función del tiempo y la mano de obra requerida.

(*) Entomólogo de la FCA.