Cómo mantener un cultivo sano

Ing. Nancy Villalba (*) Las lluvias en épocas estivales favorecen al ataque de enfermedades y plagas a los cítricos; no obstante, con un buen manejo sanitario de las plantas, se pueden controlar estos males y obtener plantas sanas, vigorosas y productivas. El control constante del cultivo planta por planta es fundamental, como también saber seguir las instrucciones para el cuidado de estos problemas.

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Los cítricos son afectados en nuestro país por diversas enfermedades y plagas, las cuales iremos detallando.

Existe la enfermedad conocida como cancrosis de los cítricos. Este mal puede ser combatido pulverizando las plantitas con un producto cúprico, a fin de mantener a las plantas sanas. Dicha sustancia actúa como preventivo.

Para proteger los cultivos del cancro, se debe aplicar un fungicida a base de cobre metálico, puede ser oxicloruro de cobre o sulfato de cobre. La pulverización de los cultivos se efectúa, como mínimo, cada mes; mientras que cuando caen muchas lluvias, cada 8 días o después de una lluvia, principalmente. En la producción de mudas, se fumiga continuamente porque los plantines son mucho más delicados que las plantas en producción.
En parcelas en producción se hacen pulverizaciones según necesidad y, principalmente, en las poblaciones jóvenes.


CONTROL DE ENFERMEDADES
A continuación describimos las enfermedades que normalmente aparecen en los viveros de multiplicación en nuestro país.

a) Mal de almácigos o damping off: el ataque de esta enfermedad se da después de la siembra, el embrión no llega a emerger del suelo. Cuando el ataque se da durante la siembra, las plantitas presentan lesiones en el cuello que provocan su marchitamiento.

Este mal se puede controlar evitando los suelos contaminados o desinfectando el suelo con agua caliente o productos químicos.

b) Verrugosis: este mal produce lesiones corticosas color de paja, más o menos salientes y puede atacar frutos, hojas y ramas jóvenes.

Puede controlarse intercalando el uso de fungicidas cúpricos con benomil, pero no se debe mojar las hojas a regar las plantas.


PLAGAS
a) Minador de las hojas: constituye actualmente la plaga de mayor importancia en los viveros. En estados larvarios esta micromariposa afecta todas las partes tiernas (hojas y tallos) produciendo profusas galerías superficiales que en casos extremos detienen el crecimiento de las plántulas. Además sirve de puente de entrada a enfermedades causadas por hongos y bacterias.

Se controlará realizando pulverizaciones periódicas con insecticidas específicos como abamectin, imidacloprip y lufenuron.

b) Cochinillas: son insectos chupadores que viven en colonias y permanecen fijos sobre la superficie de tallos y hojas, alimentándose continuamente de la savia. Esta plaga se controlará realizando pulverizaciones con insecticidas organofosforados como dimetoato, monocrotofos, malathion, mezclados preferentemente con aceites minerales.

c) Acaros: son pequeños artrópodos que se caracterizan por su alta tasa de multiplicación debido a su corto ciclo de vida (8-15 días) dependiendo de las condiciones favorables.

Se podrá controlar realizando inspecciones periódicas de las plantas y, en caso de que se observe un daño apreciable, realizar aplicaciones de acaricidas específicos.

d) Pulgones: son insectos chupadores de savia, de coloración negra o pardo oscuro presentes solamente en tejidos tiernos en crecimiento. En los viveros pueden causar daño a los tejidos tiernos en crecimiento. Además puede favorecer a la aparición de un hongo denominado fumagina.

Se puede evitar su presencia con aplicaciones de insecticidas (fosforados o piretroides).


(*) Docente investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias UNA.
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