La conformación de un comité o asociación de productores rurales debe nacer prioritariamente de las propias comunidades y no por mero incentivo momentáneo, que habitualmente se traduce en proyectos de desarrollo. Es fundamental que, a partir de una necesidad común, los trabajadores del campo puedan unirse para lograr mayor fortaleza y que sus reclamos sean escuchados y atendidos; con el establecimiento de fines y objetivos claros, además de pautas que mejoren su calidad de vida como sociedad. Cabe destacar que el reconocimiento de un comité de producción deberá darse, como primer requisito, ante la municipalidad de su distrito. Posteriormente, puede registrarse ante la gobernación yla Direcciónde Extensión Agraria (DEAg). En el caso de esta última institución, dependiente del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la misma cuenta con extensionistas que realizan el acompañamiento técnico correspondiente.
GUÍA Y ASESORAMIENTO
Es fundamental que el comité, una vez conformado, reciba el apoyo de un técnico para guiar a los productores en tareas comunes, como sesionar periódicamente, el manejo de un reglamento interno y otras acciones específicas como grupo organizado. Mediante una comunidad asociada es posible llegar de manera más eficaz a las autoridades municipales y departamentales para solicitar puestos de salud, mejoramiento de aquellos existentes, gerenciamiento para el arreglo de caminos, créditos para la producción, compra conjunta de insumos agrícolas, asesoramiento técnico, entre otros. De esta forma, es posible abaratar costos y beneficiar a más personas de la comunidad.
El reconocimiento de comités, ante las autoridades competentes, permite a los productores recibir apoyo de diversa índole, en caso de alguna necesidad económica o social. En la actualidad existen más de 2000 comités reconocidos y en funcionamiento (2013-2015). El objetivo, en el caso de productores rurales, es eliminar la intermediación.
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FERIAS Y PROYECTOS
Las asociaciones voluntarias, establecidas mediante objetivos comunes, pueden participar activamente en los programas de desarrollo rural, para la adquisición de insumos y el asesoramiento técnico. Por otra parte, aquellos bien establecidos tienen la posibilidad de comercializar sus productos en las ferias agrícolas y obtener mejores beneficios económicos, evitando la intermediación.
La responsabilidad de los técnicos y extensionistas que se encuentran al frente de los comités no se centra en obligarlos a asociarse, sino más bien en explicarles qué es una organización, cuáles son sus fines y objetivos, y por qué es importante. Los productores que perciban las ventajas de la asociación son los que recurrirán a la conformación del comité.
(*) Especialista en organización socio-productiva – DEAg/MAG
