El doctor Javier Viveros fue uno de los precursores de la producción de camarones de agua dulce, haciendo investigaciones en la facultad de Ciencias Veterinarias de la UNA, en la década del 80. Los trabajos realizados por este gran investigador paraguayo, demostraron la posibilidad de hacer realidad la cría de camarones en nuestro país.
Hoy en día ya se producen camarones en el ámbito comercial en Itá, compañía Arrúa I, donde el señor Cristian Saccarello y Luis Jolly, junto a otros técnicos y empresarios, llevan a cabo este emprendimiento.
En el Agroshoping, todos los martes se pueden apreciar ejemplares vivo, y otros preparados para su comercialización.
Los camarones, también conocidos como gambas, son animales invertebrados, pueden vivir varios años si se les brindan las condiciones ambientales, como agua ligeramente alcalina, con una temperatura media de 25° C, nunca inferior a 18° C. Les gusta tener lugares donde esconderse, sobre todo a la luz del día.
Estos animalitos tienen el sentido del olfato muy desarrollado, lo que favorece su alimentación.
El cuerpo, como todo artrópodo está cubierto por un caparazón constituido principalmente por quitina endurecida por el carbonato de calcio.
Las hembras, más pequeñas que los machos, tienen una cámara de incubación debajo del abdomen. Pueden producir más de 50.000 huevos, desovando 3 a 4 veces al año en forma silvestre; cuando son criadas en forma comercial, en el laboratorio, 2 veces en 6 meses. Los huevos pueden verse de un color anaranjado. La fecundación se hace mediante la cópula del macho.
La incubación dura de 18 a 20 días, de acuerdo a la temperatura del agua.
Para reproductores se seleccionan los mejores ejemplares, y se calcula 1 macho por cada 3 hembras. La temperatura del agua debe ser mantenida entre 25° C. y 30° C., con una salinidad de 0 a 0.5%, teniendo en cuenta que siempre debe tener una buena aireación, la cual se realiza con aire forzado mediante un compresor.
Se deben proporcionar lugares adecuados para que produzcan las mudas por las que pasan los camarones desde su nacimiento. ( Ver nacimiento )
Los reproductores son alimentados con balanceados, o con mezclas de espinaca, calamares y pescado, 2 veces al día, en una cantidad de 3% el peso de su cuerpo.
Las larvas tienen una selectividad del alimento de acuerdo a su tamaño, ya que unas lo hacen en medio del agua, y las mayores lo arrastran al fondo. En el estado de producción se les suministra 4 raciones diarias.
Por sus características de omnívoros, la preparación del alimento se hace en base a la cocción a baño María de huevo de gallina, leche en polvo, levadura, harina de soja y pescado. La consistencia final del producto se asemeja a un flan, lo que permite que este alimento no contamine el agua, como lo hacen algunos productos en polvo.
El tamaño comercial lo alcanzan a los 6 meses de vida, es decir, entre 35 y 40 gramos. Lo más importante de la comercialización es la forma de sacrificio del animal; este no debe agonizar porque perjudica el sabor del camarón. La muerte debe ser inmediata, lo que se produce con un choque térmico de agua helada. Estos detalles de comercialización fueron dados por los señores Jolly y Saccarello, miembros de la primera empresa paraguaya que produce camarones de agua dulce.

Consuma lo que el Paraguay produce. Produzca lo que el Paraguay y el mundo necesitan.
Recuerde: “El Paraguay puede”.

Fotos: MATKEI