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Dentro de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Sésamo (Capexse) están aglomeradas ocho empresas activas; cada cual trabaja bajo un determinado sistema para el acopio del producto. Como sector privado, provee las semillas y el asesoramiento técnico a los productores. “Trabajamos con técnicos de la Dirección de Extensión Agraria (DEAg) en lo que refiere a capacitaciones. Estamos tratando de mejorar el sistema de producción de la agricultura familiar campesina, para mejorar la rentabilidad del producto y la comercialización”.
FORTALEZA
Las principales fortalezas del sésamo paraguayo son: la calidad, el sabor y las características físicas, entre ellas, el alto contenido de aceite. El sésamo producido en Paraguay es estimado mundialmente. “El mercado japonés aprecia sobremanera el sésamo paraguayo. La variedad conocida como escoba blanca es reconocida en el mundo por su sabor y características físicas”.
AMENAZA
Un problema para el sésamo paraguayo es la disminución de los rendimientos y de la superficie sembrada. “En muchos casos, por la degradación de los suelos, estamos teniendo bajos rendimientos en la agricultura familiar campesina y entendemos que esta aún no se encuentra tecnificada en el país, lo que contribuye a esta degradación y, obviamente, con los rendimientos bajos, deja de ser un rubro rentable”.
El sésamo tiene un potencial de rendimiento de 1200 kg/ha y los promedios alcanzados localmente llegan a 350 kg/ha, lo que significa que algunas fincas estuvieron por debajo de ese rendimiento.
“Esta gente, que tiene bajos rendimiento, opta por no producir al siguiente año, lo que repercute en la superficie sembrada y el volumen final producido disponible para exportación”.
COBERTURA
El número de familias productoras de sésamo es de 40.000 aproximadamente, por lo que le resulta difícil al sector privado como al Estado abarcar a todas las familias.
“Como gremio se trabaja con varias instituciones para lograr o implementar proyectos de desarrollo agrario, mediante el mejoramiento de suelo y la producción, selección de variedades, entre otros”.
CAMBIO DE MENTALIDAD
El sistema de preparación de suelo con arado o rastra ya es cosa del pasado; es más, es una ventana a la degradación de los suelos. “Necesitamos pasar a la labranza conservacionista o labranza mínima para recuperar los suelos. Puede ser una combinación con abonos verdes y el uso de fertilizantes. Quizá este sea el camino para lograr mejores rendimientos y un buen volumen de producción”.
(*) Especialista en cultivo de sésamo.