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Estos ejemplares ya están en Paraguay y la mayoría de sus propietarios los importaron de Chile o Europa. En cuanto a características fenotípicas (rasgos visibles y medibles), poseen un perfil de cabeza rectilíneo, un cuello robusto y fuerte, además de abundante crin (pelo detrás del cuello). La región de la cruz es pronunciada y tienen buena alzada, que les otorga la capacidad de pasar obstáculos sin derribarlos. La caja torácica del caballo de la raza Z es amplia, indicador de un buen desarrollo de sus pulmones. Dicha cualidad lo convierte en un ejemplar apto para la velocidad y potencia en competencia. Por otra parte, lo define una grupa bien musculosa y un tren posterior adecuadamente desarrollado.
Los ejemplares de salto de la raza Z son temperamentales, poseen pura sangre inglesa y derivan del caballo árabe. Su potencia los posiciona como un excelente competidor en pruebas y exhibiciones hípicas.
MANEJO ANIMAL
Existen dos tipos de doma en el ámbito de los equinos: la racional y la tradicional. La primera es la recomendada y que consiste en ir tocando al animal desde pequeño, cuando se encuentra al pie de la madre, de modo a acostumbrarse a las personas y, en un futuro, al jinete. Es fundamental hacerle caminar al potrillo desde temprana edad. La doma tradicional, por su parte, consiste en enlazar a potros de dos años de edad, sin acostumbramiento anterior. Generalmente, los jinetes montan rápidamente al caballo y buscan la doma. Este sistema ya no es recomendado, debido a que el animal atraviesa por una gran carga de estrés, que le puede ocasionar traumas severos.
(*) Especialista en equinos