Buenas prácticas agrícolas - Ing. Agr. Fernando Díaz Shenker (*)

En términos generales, las buenas prácticas agrícolas (BPA) comprenden un conjunto de principios, normas y recomendaciones técnicas, aplicables a las diversas etapas de la producción agropecuaria y forestal. La muestra de Canindeyú permitió observar ejemplos de estas normativas.

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La Organizaciónde las Naciones Unidas parala Agriculturayla Alimentación(FAO) las define como: “Un conjunto de condiciones necesarias para asegurar a los consumidores un producto alimenticio más sano y seguro (inocuo), al reducir o minimizar los riesgos de contaminación, física, química y microbiológica de los alimentos durante toda la cadena productiva. Asimismo, las BPA consideran prácticas destinadas a la protección del ambiente, la salud y las condiciones laborales de los trabajadores que participen en la obtención de los productos alimenticios”.

ALCANCES

El cumplimiento de las normativas que contemplan las BPA y la posterior certificación de las fincas por una empresa auditora, considerando los protocolos reconocidos internacionalmente, constituyen una garantía de que los alimentos producidos, envasados, transformados y comercializados cumplen con los niveles requeridos de calidad e inocuidad y que, además, se han producido u obtenido respetando criterios y prácticas de sustentabilidad. Esto abre un abanico de posibilidades comerciales, incluso para los pequeños productores rurales. Así existen buenas prácticas de producción pecuaria, buenas prácticas de jardinería, buenas prácticas para el cultivo de zapallo, buenas prácticas para la cría de cerdos y aves, buenas prácticas apícolas y de manufactura, entre otros.

BENEFICIOS

El esfuerzo que requiere la implementación de las BPA se compensa con los varios beneficios que ofrecen a los productores, consumidores y al país. A saber: orientan los sistemas de producción hacia una agricultura sostenible y ecológicamente segura, permiten obtener productos inocuos y de mayor calidad; contribuyen con la seguridad alimentaria, preservación de los recursos naturales y mitigación de los efectos del cambio climático, y mejoran las condiciones de trabajo de los productores y sus familias.

SITUACIÓN LOCAL

A nivel oficial, se cuenta con el decreto n.º 3579 del 9 de diciembre de 2009, por el cual se crea la “Comisión Nacional de Buenas Prácticas Agrícolas” (CNBPA) como responsable de definir y aprobar los parámetros o puntos de control críticos inherentes a su cumplimiento. Por su parte, el Ing. Agr. Miguel Alonzo, técnico implementador de las BPA, en uno de sus artículos publicados, destacó que las mismas avanzan en el país, aunque no al ritmo deseado, y contemplan la auditoría interna, o sea el control dentro de la finca, los registros, la trazabilidad, el material genético (semillas), la protección fitosanitaria, los fertilizantes, el agua, el manejo del suelo, la cosecha y un formato de reclamos del consumidor. Afirma que: “Algunos piensan que la implementación de las BPA debe tener un diferencial de precio, pero su aplicación no debe representar un pago mayor para el consumidor. Las mismas representan una obligación del productor. Ellas otorgan una ventaja diferencial que hace alusión al mejor acceso a los mercados.” Una destacada experiencia la constituye el segundo Galpón de Empaque o Centro de Tratamiento Poscosecha de Banana, ajustado a las normas de las BPA para la exportación a la Argentina, en la localidad de La Paloma, distrito de Tembiaporã, departamento de Caaguazú. Otro ejemplo son los productores que cada martes exponen en la tradicional feria Agroshopping del Shopping Mariscal, quienes también reconocen el valor de la aplicación de estas normativas, en cuyo cumplimiento van mejorando cada año, de acuerdo a los resultados que muestra la realización del concurso “Mejor Productor del Año”.

(*) Especialista en Comunicación Rural

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