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Los beneficios ambientales y socioeconómicos que ofrecen los árboles y bosques son insustituibles. Por eso se insiste en proteger lo existente, en arborizar y reforestar. "La protección de los bosques para mitigar el cambio climático, sin duda, vale la pena”, afirmó el investigador Alexander Popp, del Instituto de Potsdam para la Investigacióndel Impacto Climático, de Alemania. Y añadió: “Evitar la deforestación es un aspecto muy importante para impedir las emisiones de carbono, pero también en la conservación de la biodiversidad, medios de vida locales o aspectos climáticos locales".
CUIDADO DE LOS BOSQUES
Si bien se conocen los beneficios ambientales que ofrecen los bosques, en nombre del desarrollo se deforestan extensas superficies con la excusa de que después se reforestará. Como si los servicios ambientales que las especies nativas ofrecen llegarán algún día a ser igualados tan siquiera por las especies que se cultiven a posteriori. Los bosques y las masas vegetales nativas retienen grandes cantidades de carbono, al igual que los suelos, lo que ayuda a mitigar los efectos del cambio climático. Los bosques, además, ayudan a mantener la fertilidad natural de los suelos. Esto significa que esa superficie boscosa, en vez de deforestarse para cambiar el uso del suelo, se protege y con ello a la biodiversidad que habita en los mismos, al igual que las poblaciones originarias.
RETOS
Ante lo expuesto, aparece como primer punto aumentar los rendimientos por unidad de superficie (hectárea) en las tierras agrícolas existentes. Los manejos agronómicos deben ser aquellos sostenibles que protejan los suelos y que mantengan la cobertura vegetal de los mismos, que introduzcan las tecnologías que posibiliten el uso racional del agua para riego de cultivos y otras que ayuden a obtener una mayor productividad. Hay que agregar la implementación de sistemas agrosilvopastoriles de producción en el que los árboles se integran a la producción; promover la diversificación productiva, en particular ahora con los menores precios de los commodities agrícolas; apoyar la rotación de cultivos, reducción y reutilización de residuos orgánicos; regular el uso de insumos químicos, evitando aquellos tóxicos para las abejas, entre otros. Por supuesto que los servicios de extensión agraria, asistencia técnica y capacitación son claves para el cambio de actitud profesional que estas innovaciones requieren.
CONCLUSIÓN
Las acciones del hombre impactan en la naturaleza de forma positiva o negativa, impactándole a su vez a él de modo favorable o adverso, según su actuación. Hoy existe mayor conciencia de los efectos perjudiciales del cambio climático y de la necesidad de hacer frente a este fenómeno, en el que los bosques y arboledas contribuyen a su mitigación. Franklin D. Roosevelt, 32.º presidente de los Estados Unidos, dijo: “La nación que destruye su tierra, se destruye a sí misma. Los bosques son los pulmones de nuestra tierra, purifican el aire fresco y dan fuerza a un pueblo”.
(*) Especialista en Comunicación Rural