Bolivia: Precio de la soya divide a los agroindustriales

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El sector exportador más fuerte y grande del país se encuentra dividido. Las distorsiones en el mercado andino no sólo están dejando sin mercado a Bolivia, sino que han acentuado las diferencias entre las empresas agroindustriales, que ahora negocian sus mercados cada una por su cuenta. La gota que rebasó el vaso, según altas fuentes de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), fueron los acuerdos que firmó esta entidad con Gravetal Bolivia, donde se fijaba precios mínimos para el pago de la soya. Según Anapo, suscribió acuerdos de precios mínimos con Gravetal para que se rompa la hegemonía que existía en el pago de la soya que las empresas aceiteras tradicionales tenían por años. Con esto Anapo, señala que logró hacer subir el precio de la soya y ya en la pasada campaña de invierno se pagaron precios de $us 160 la tonelada de soya, cuando antes las cifras no subía de los $us 145 la TM. Branko Marinkovic, gerente general de Industrias Oleaginosas S.A. (IOL), señaló que precisamente fue Gravetal Bolivia una de las causantes de las distorsiones comerciales en la Comunidad Andina de Naciones (CAN), pues interna al país soya brasilera y paraguaya y vende sus aceites y torta de soya con origen boliviano basado en el famoso sistema Ritex, algo que es muy cuestionado por los demás países miembros del bloque. Marinkovic dijo además, que Gravetal no tiene el mismo tratamiento que las demás industrias, porque no financia a los productores. "Nosotros hacemos lo que ni los bancos hacen, financiamos a los productores, para esta campaña por ejemplo yo he financiado más de $us 15 millones, por su parte Gravetal no tiene mucho que perder", dijo Marinkovic. La discordia es tal que fuentes ligadas al sector soyero aseguran que las industrias habrían amenazado a la Cámara de Exportadores de Santa Cruz, Cadex, con suspenderle sus aportaciones si es que otorgaba el premio al mejor exportador a Gravetal, como lo había propuesto el directorio de la Cadex, por los esfuerzos de la empresa. Jorge Arias, gerente general de Gravetal Bolivia, reconoce la división y el alejamiento de las industrias de la Cadex, pero, asegura que es una mala opción y que las empresas deberían volver a su ente matriz."Como en todo negocio hay diferentes criterios para ver las mismas cosas. Existen algunas controversias que Gravetal tiene con los refinadores. Ojalá que con el correr de los días podamos darnos nuestros espacios y preocuparnos por ser competitivos", dijo.
Las reuniones Ad-hoc son un claro ejemplo
Las industrias aceiteras envían a sus propios representantes a las reuniones del grupo andino, mientras que la Cadex ya no envía a nadie. A las últimas reuniones del grupo Ad hoc habían estado viajando Alfonso Kreidler, quien hasta hace poco fue presidente de la Cámara Nacional de Exportadores y Vesna Marinkovic, quien en la gestión del presidente Quiroga fungió como viceministra de Comercio Exterior. Sin embargo para la empresa Gravetal, ambos no eran representantes verdaderos, por lo que recientemente contrataron a la ex viceministra de Relaciones Económicas Internacionales, Ana María Solares para que los represente y asesore, así lo señaló Jorge Arias. La comisión boliviana que viajó el jueves pasado es un claro ejemplo de la división y las diferencias de los industriales. Vesna Marinkovic, fue en representación de las aceiteras grandes: ADM-SAO, IOL y Fino, Solares lo hizo por Gravetal y Diego Montenegro por Anapo.
FUENTE: AGENCIA NACIONAL DE INFORMACION AGROPECUARIA(ANIA)
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