Cargando...
Las granjas dedicadas a la producción de huevos a nivel industrial, que deben satisfacer las demandas del mercado interno, son verdaderos complejos productivos, cuya inversión en infraestructura es elevada, ya que introducen tecnología para el control de factores externos e internos de los galpones, en los cuales se encuentran las aves en postura.
Bioseguridad significa seguridad de la vida y hace alusión a la aplicación de barreras físicas o sanitarias que impidan el ingreso de agentes patógenos a las granjas de producción, las cuales pueden causar enfermedades que afecten a las aves y su producción.
BARRERAS
La primera barrera física es la propia instalación de la granja, debido a que todo empieza en el portón. Por consiguiente, sigue la barrera sanitaria, con el arcoluvio y rodoluvio para los vehículos que ingresen al establecimiento. De esta manera, quedan desinfectados las cubiertas y el automóvil en general. El objetivo es impedir el ingreso de microorganismos que puedan ocasionar la transmisión de enfermedades a las aves. El arcoluvio, propiamente dicho, es un arco de desinfección que, por medio de aspersores, arroja amonio cuaternario para el control o eliminación de cualquier tipo de bacteria o virus que amenace a la granja.
GALPONES
Antes de ingresar al galpón de las aves se encuentra la sala de filtro. Según las medidas de seguridad, también cuenta con un rodoluvio para las botas, el pediluvio y la mochila de desinfección, de tal manera a que la persona que ingrese pueda desinfectarse. Cada operario o visitante deberá vestir una indumentaria exclusiva, que incluye botas, guardapolvo y cofia. No está permitido el ingreso al galpón con ropa de calle para evitar una infestación. Habitualmente, se exige, además, un baño de desinfección. Las personas o galponeros no deben estar resfriadas para el ingreso y también se considera el uso de tapabocas. De no cumplirse los protocolos de bioseguridad, el riesgo de infección o muerte de las aves puede resultar significativo.
PROGRAMA DE DESINFECCIÓN
Los profesionales encargados de la granja realizan sus rutinas basados en un programa de desinfección similar a una explotación de matrices, con cuatro desinfecciones antes del traslado de las aves. Esto significa cuatro días de trabajo antes de que lleguen las gallinas a su lugar de postura. Si el productor mantiene la bioseguridad de los galpones, habrá aves sanas y el producto final, el huevo, será de calidad y apto para el consumo.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que para lograr la efectividad dentro del programa de desinfección deberán aplicarse todos los pasos en cada segmento de la cadena productiva. Cada reglamentación o indicación deberá ser obligatoria y constante.
DESAFÍO A NIVEL LOCAL Y MUNDIAL
El sector avícola engloba a pequeños, medianos y grandes productores y, teniendo en cuenta que este rubro está enfocado en la producción de alimentos para el ser humano, es indispensable tener en cuenta los desafíos a nivel global, entre ellos, el control de la gripe aviar. De no aplicarse un buen sistema de bioseguridad, está enfermedad podría transmitirse al ser humano, lo cual sería catastrófico. Por ende, cada granja a nivel país debe ser responsable del manejo de las aves, concientizar a aquellos criadores de gallinas caseras para la ejecución de medidas sanitarias y evitar la aparición de la enfermedad, más aún en aquellas zonas donde existe contacto con aves silvestres portadoras de este mal.
(*) Especialista en producción avícola