Batea de lona vinílica

Lic. Ildefonso Armoa (*) Actualmente, la ganadería se ha convertido en una verdadera competencia de ahorrar más para obtener más. Además de empeñarse en la obtención de animales precoces y con buen peso, los productores buscan formas para ahorrar en alimentación e instalaciones, ya que todo cuenta en el balance final. Un ejemplo que ilustra esta búsqueda es un novedoso sistema de bateas con telas vinílicas, construido en una estancia ubicada en Pirayú. El funcionamiento óptimo de las bateas ha demostrado que a la facilidad de su construcción se suman durabilidad y economía.

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La construcción de estas bateas de lona vinílica para alimentación del ganado surgió debido a la necesidad de las mismas dentro de un establecimiento ganadero dedicado a la cría y engorde de animales, lo que hacía imperiosa la obligación de contar con un lugar para alimentar el ganado.
La primera opción era construir bateas de cemento; sin embargo, el costo por metro cuadrado era muy oneroso y no se ajustaba a la realidad que se buscaba.
También se consultó con empresas extranjeras, pero igualmente el costo no cuadró dentro de lo que se quería.
Finalmente, se encontró una solución en materiales que posibilitaban la construcción de una batea con la utilización de un producto a base de vinílico de 700 micrones, a un costo mucho más accesible.

VENTAJA ECONOMICA
Los estudios y comparaciones realizados antes, durante y después de la construcción evidenciaron el ahorro en el costo de la construcción y materiales utilizados.
Haciendo una comparación en números para los 480 metros de comedero hecho en tela vinílica, la elaboración e instalación del artefacto cuesta aproximadamente 15 millones de guaraníes. Sin embargo, si la batea se hubiese elaborado a base de cemento, el costo sería de 55 millones de guaraníes.

LOS MATERIALES
Telas vinílicas de 700 micrones, postes de karanda’y extraídos de la zona o adquiridos a bajo precio, pero que ya tengan cierto tiempo de estacionamiento, alambres 17/15 conocidos comúnmente como “San Martín”.

CONSTRUCCION DEL COMEDERO
Antes de la construcción de las bateas, la firma proveedora de la lona se encargó de realizar un dobladillo por donde debía pasar el alambre que sostendría la lona de 700 micrones, para tensarlo lo más firme posible.
Los postes de karanda’y deben medir 1 metro y se ubican a 70 centímetros de distancia uno de otro; estas medidas hacen que el animal pueda meter y sacar la cabeza cuantas veces quiera.
La boca de la batea, donde el animal meterá la cabeza para poder comer, debe tener por lo menos 60 centímetros de ancho y una profundidad de 40 centímetros; esto, para que entre cierta cantidad de forraje, y que el alimento soporte hasta el mediodía, tiempo que necesitan los animales.
Los alambres son colocados por las maderas de karanda’y, las cuales tendrán -como dijimos- 1 metro y deberán ser plantadas bajo tierra aproximadamente 35 centímetros.
La parte de la madera que irá bajo tierra debe ser pintada con aceite usado de motor, de tal forma que la misma sea más durable. Los 65 centímetros restantes serán utilizados para instalar el alambre y que retendrá la lona vinílica de 700 micrones.

OTRAS ESPECIFICACIONES
Es muy importante tener en cuenta la altura del alambre por donde el animal introducirá la cabeza para llegar hasta el comedero. Como los animales deben pasar la cabeza entre el alambrado para poder comer, los alambres que quedan a la altura del cuello de los mismos debe tener un alambre más grueso, y a la vez debe estar cubierto con un caño de agua de 1/2. Este trabajo se realiza por tres motivos: para que el animal no sufra ningún daño en la parte posterior del cuello, para que respete el límite y para que no dañe el comedero en caso de que suba a él.

DURABLE Y FACIL DE MANEJAR
Con la utilización de esta batea vinílica de 700 micrones, el productor tiene la facilidad de poder limpiarla cuando quiera, ya que la lona tiene un agujero al fondo de la tela, cada 2 metros, por donde podrá salir el agua en caso de que se limpie o en caso de lluvias. Así se drenará el agua; también empujando de abajo para arriba, se pueden sacar todos los desperdicios que podrían juntarse dentro de la batea.
Se ha tenido experiencia de que terneros de aproximadamente 200 kilogramos han subido al comedero y paseado sobre el mismo sin dañarlo; esto ha demostrado la resistencia de la tela; no obstante, se estima que no soportaría el peso de una vaca de 600 kilogramos.
Otra de las opciones que el productor puede manejar en el caso de las bateas vinílicas de 700 micrones es que puede recibir el alimento por medio de máquinas que van pasando y dejando la ración para los animales.

(*) Administrador de estancia
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