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La henificación –en tiempos en que el valor de la tierra es cada vez más alto y su incidencia en la composición de costos más determinante– optimiza la producción, ya que permite, por un lado, asegurar la estabilidad en la producción, especialmente cuando las condiciones climáticas son adversas y, por otro lado, posibilita aumentar la carga animal por hectárea, lo que lleva a un aumento de la producción por superficie con lo que la relación costo/beneficio mejora notablemente.
EXPERIENCIA
A partir de esta práctica de uso extendido en la ganadería, una reconocida empresa ha desarrollado en sus establecimientos del Chaco central un sistema de autoconsumo de rollos de heno, y lo ha implementado con éxito por más de cinco años. Los mejores resultados, en cuanto a conservación de los rollos de heno y al porcentaje de proteína en materia seca, los ha obtenido con la variedad de pasto Gatton Panic y, en menor medida, con la variedad Tanzania.
Luego de probar varios sistemas de entrega de rollos de heno fue posible desarrollar el sistema de autoconsumo de rollos con hilos electrificados. De esta manera, los productores de ganado bovino consiguieron mantener en invierno la misma carga animal por hectárea que en verano, encerrando a la hacienda vacuna en corralones durante los meses de menor producción de pasto.
Conviene aclarar que no es necesario construir corralones especiales, sino que los mismos corralones de manejo habitual son utilizados para el efecto, con excelentes resultados.
RESULTADOS POSITIVOS
De una carga animal estándar de 0,8 UG/ha, se ha logrado mantener establemente durante esa cantidad de años una carga de 1,7 UG/ha. Esto llevó a un incremento de producción por hectárea de 140 % y de la ganancia diaria individual de peso de 30 %, en promedio, diluyendo los costos fijos y aumentando la rentabilidad operativa del negocio en casi un 100 %.
El autoconsumo de heno, fardo o rollo, como más comúnmente se lo conoce, consiste en el consumo voluntario de los mismos por parte del ganado vacuno, el cual está regulado, a su vez, por acción del hombre mediante hilos electrificados, que permiten un consumo ordenado, eficiente y económico, limitando las pérdidas ocasionadas por el consumo inadecuado e induciendo un mayor aprovechamiento por parte del animal.
Esta técnica consiste en la producción de heno de pasturas de alta producción durante la época de exceso forrajero, en una sola operación se procede a su recolección del campo en que fue producido y su traslado directo a los lugares definitivos de consumo, donde se los mantiene almacenados por varios meses hasta la época invernal, en la que, normalmente, hay escasez de forraje.
MANEJO DE FARDOS
Los rollos de heno son almacenados en hileras longitudinales y paralelas al alambrado de fondo, que sirve de límite externo al área de consumo sobre una base de madera, generalmente, postes de karanda’y o de otras especies sin valor comercial u otro material, para impedir el contacto con el suelo, con las caras enfrentadas, dejando un espacio prudencial entre hileras para permitir el paso del viento y, de esta manera, mantenerlos libres de humedad. El lote de fardos que será destinado a un área es protegido en sus partes laterales y frontales por dos o tres hilos de alambre eléctrico sostenidos por postes durante el periodo de almacenamiento.
VARILLAS MÓVILES
Para iniciar el proceso, se debe sustituir la línea de consumo por varillas móviles con un solo hilo de alambre eléctrico. Las varillas pueden ser de diferentes materiales, pero deben ser livianas, resistentes y de fácil colocación. La línea de consumo corresponde a la parte longitudinal de la línea de rollos, de la cual se separa el hilo eléctrico por unos 20 a 40 cm, dependiendo de la categoría y tamaño de los animales. La altura del hilo electrificado también depende del tamaño de los animales, manejándose un rango de 100 a 130 cm desde el suelo. A medida que el animal consume los rollos, se debe ir moviendo el hilo electrificado hacia las siguientes hileras de rollos. Generalmente, debe moverse la línea de consumo todos los días o día de por medio, de acuerdo a la cantidad de animales del lote y al frente de la línea de consumo.
VENTAJAS
1. Ahorro en el costo del traslado. Se traslada los rollos una sola vez desde el campo de heno al destino final de consumo, eliminando el costo correspondiente al manipuleo adicional que implica la entrega diaria de rollos.
2. Regularidad en la entrega. Se evita problemas nutricionales y disminución de peso ocasionados por la entrega tardía o impuntual de los rollos, ya que esto origina mayor competencia entre los animales del mismo lote, debido a la ansiedad que les produce la incertidumbre de que vayan a recibir su alimento diario.
3. Ausencia de errores humanos. Se evita fallas voluntarias o involuntarias del personal en la provisión diaria de rollos, ya que se realiza la operación de una sola vez y en momentos en que el ganado no depende de su consumo por coincidir la época de producción de rollos con la sobreoferta de forraje.
4. Disminución de pérdidas en el consumo. Al regular el consumo con el hilo electrificado, se asegura que el animal aproveche al máximo los rollos, aumentando la eficiencia en el consumo.
5. Regulación del consumo. De acuerdo a la categoría animal y a la expectativa de ganancia de peso, se puede regular el consumo con la distancia del hilo electrificado. Cuanto mayor es la distancia, menor será el consumo, y viceversa. También disminuye la competencia entre animales, ya que se regula el tamaño del lote de acuerdo a la longitud del frente de consumo.
6. Bajo costo de instalación. Los insumos necesarios para este sistema son de bajo costo y pueden ser utilizados para varias unidades de consumo al mismo tiempo, diluyendo aún más la incidencia del costo.
7. Eficiencia en el consumo de áreas de pastoreo. Al destinar y confinar áreas para la producción de rollos y al aumentar la carga animal, se puede lograr un mejor consumo del pasto verde en el verano intensificando la rotación de potreros, permitiendo así que la hacienda consuma el pasto en su mejor estadio nutritivo, lo que aumenta la ganancia diaria de peso.
8. Eficiencia en la utilización de equipos y maquinarias. Al evitar el transporte y entrega diarios de rollos en el invierno –por haber sido preparado el sistema de autoconsumo en la época de mayor oferta forrajera y al mismo tiempo que la henificación– se puede disponer de los equipos en la época invernal para realizar otros trabajos, disminuyendo así el parque de maquinarias o la contratación de terceros.
9. Menor enmalezamiento. Al encerrar gran parte de la hacienda vacuna en el invierno, los potreros son liberados, y se evita el sobrepastoreo y la compactación, que conducen a mayores índices de enmalezamiento. Se puede lograr una reducción de hasta 50 % en el costo de mantenimiento de pasturas implementando correctamente esta técnica.
Puntos a considerar:
1. Se debe controlar diariamente que el equipo electrificador funcione correctamente y que la distancia del hilo electrificado permita el consumo de la ración diaria a todos los animales del lote. De esto depende el éxito del sistema de autoconsumo.
2. Los rollos destinados al autoconsumo deben ser ubicados en zonas altas y ventiladas, para evitar que la humedad ocasione la pérdida de calidad y aparición de hongos en los mismos.
3. Al iniciar el uso de este sistema habrán animales que tarden más en acostumbrarse a consumir los rollos y que se mantendrán alejados, debido a la competencia natural dentro del lote. Estos deben ser apartados y destinados a otro lote de animales para evitar que bajen de peso, hasta que se acostumbren al nuevo sistema de consumo.
(*) Especialista en producción agropecuaria