Cargando...
De este modo, la agroecología, además de ser un sistema beneficioso para el ambiente y sus recursos, se posiciona como una opción agropecuaria de valor frente a la agricultura moderna e intensiva, que con su maximización de rendimientos en granos y carnes principalmente –además de deforestaciones y alto uso de insumos químicos, como fertilizantes, herbicidas y defensivos agrícolas– causa serios problemas ambientales de desequilibrios y, en definitiva, de deterioro ambiental, que son más visibles en países en vías de desarrollo como el Paraguay. Ambos enfoques bien pueden coexistir, difundirse e implementarse de manera planificada, pero ello dependerá de las políticas de Estado para que se definan según plazos.
ALCANCES
De acuerdo con el Ing. Agr. Mario Paredes, la agroecología considera a la finca como un sistema ecológico integral, en el que todo puede utilizarse y reutilizarse, y en el cual se reduce al máximo el uso de recursos externos a la finca. Por ejemplo, producir y emplear compost, humus de lombriz, estiércol de animales, abonos verdes, antes que comprarlos. Prevenir plagas y enfermedades con preparados naturales, y evitar la utilización de fertilizantes y plaguicidas químicos, hormonas sintéticas, antibióticos en animales. Con la agroecología es también posible conservar las variedades de semillas tradicionales de especies frutales y árboles nativos de la región. Esta promueve, además, la cría de animales bajo las normativas del bienestar animal, favoreciendo el desarrollo normal de las especies bajo condiciones naturales de comportamiento: espacio, alimentación, relacionamiento con otros animales y sanitación natural. Desde el punto de vista comunitario contribuye, como ya se mencionó, a consolidar la soberanía y seguridad alimentaria ante todo de las pequeñas familias rurales, lo que se ve acrecentado con la posibilidad de implementar ferias y acceder a los centros de comercialización, con precios justos y productos inocuos, cada vez más demandados.
DIFERENCIAS ENTRE AGROECOLOGÍA Y PRODUCCIÓN ORGÁNICA
Si bien podría suponerse que la agroecología y producción orgánica son similares, Miranda Stankevicius, en uno de sus artículos, plantea algunas diferencias que es bueno tener presente al momento de debatir sobre estos enfoques productivos.
La producción orgánica es aquella en la que determinados insumos químicos no se emplean por estar prohibidos en un protocolo vigente de acuerdo a la legislación. Lo mismo es válido para un proceso productivo agropecuario y agroindustrial.
Así la producción orgánica requiere una certificación (orgánica) pertinente a cargo de las certificadoras (empresas internacionales, y el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas). De esta manera, se puede cultivar orgánicamente frutilla, algodón, trigo y otros granos. Existen productos orgánicos que se cultivan, procesan y certifican, algunos con enfoque de comercio justo, que son demandados en otros países, como ser: azúcar, chía, sésamo, yerba mate, orégano, maní, cedrón, ka’a he’ê, entre otros. La agroecología, en cambio y de acuerdo con Stankevicius, plantea la producción agropecuaria a partir de la interacción de saberes entre lo académico y el campesinado, entre la tradición y los conocimientos científicos, buscando aquellas tecnologías que permitan producir en forma sustentable y saludable, respetando la naturaleza, diversidad biológica y cultural. Los productos agroecológicos son orgánicos casi siempre. A la inversa, un alto porcentaje de productos orgánicos no son agroecológicos. Existe un gran mercado de productos autorizados para la agricultura orgánica, tales como estiércol, abonos orgánicos, residuos vegetales, que incluso no son ecológicos. Hay marcas especializadas en proveer insumos para la agricultura orgánica, desde semillas hasta envoltorios y envases. En cambio, la agroecología plantea el uso de recursos de la propia finca, disminuyendo en lo posible la dependencia de insumos externos y, en consecuencia, no existe un mercado de “insumos agroecológicos”. En resumen, es una de las claves del bienestar humano, además de proteger la biodiversidad y conservar el ambiente.
(*) Especialista en Comunicación Rural