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El término “agricultura 4.0” se adecua a lo que se está viviendo a nivel mundial. “Pasamos por diferentes revoluciones: la industrial con el tractor a vapor, la electricidad; posteriormente, la robótica y digitalización. Se está manejando gran volumen de datos,y las computadoras son más potentes, permiten procesar esa información y tener un producto que impacte en el bolsillo del productor”.
La digitalización es posible porque el campo trasmite información constantemente. “Las maquinarias y cada paso que tomamos genera un dato, eso se acumula y va a las nubes web”.
Por ejemplo, en el caso de la inteligencia artificial,las nuevas tecnologías permiten determinar ciertas enfermedades en las parcelas de forma casi automática con el uso de sensores;así, las computadoras facilitan la preparación de recetas para fertilización y uso de agrodefensivos.
Hoy en día, la capacidad de transmisión inalámbrica es mucho mayor, además de ello, el productor puede acceder a información de su lote productivo desde cualquier parte del mundo mediante un celular. “La carrera por tener el smarthonemás potente demuestra el poder de la tecnología y su aplicación en las maquinarias y animales, para saber qué sucede en el campo”.
NO MÁS ERRORES
Las tareas fundamentales de siembra, fertilización, pulverización y cosecha son el resultado de un número variado de acciones que si no las ejecutamos correctamente, tendrán un impacto negativo en el tiempo. “Si una acción se hizo mal, esta repercute en la siguiente y, así, se van acumulando errores”.
Las maquinarias permiten precisar de más datos para una correcta toma de decisiones, aun en aquellos puntos difíciles de medir. “Podemos medir mediante los sensores, humedad, temperatura, viento, deriva, entre otros, y controlar operaciones como la pulverización. Estos impactos son altos y permiten ahorrar por cada hectárea. Controlar la siembra, el acumulamiento de semillas y demás permiten que la cosecha sea exitosa. La agricultura de precisión nos permite tener un control continuo de todas las variables que suceden en el campo”.
(*) INTA Córdoba, Argentina.