Cargando...
La garrapata, además del daño que ocasiona al animal al alimentarse de su sangre, puede transmitirle cualquiera de los tres agentes productores de tristeza: Babesia bigemina, Babesia bovis y Anaplasma marginale. Ambas Babesias y el Anaplasma viven y se reproducen exclusivamente dentro de los glóbulos rojos de la sangre causando así una gran destrucción de los mismos.
Síntomas
Cualquiera de los tres agentes pueden estar en mayor o menor proporción infectando glóbulos rojos. Si predomina Babesia bigemina el animal presentará orina sanguinolenta. Si es Babesia bovis podrá observarse síntomas nerviosos que confunden con rabia y si es Anaplasma marginale se notara orina oscura, achocolatada. En todos los casos habrá intensa anemia, fiebre (especialmente muy alta en Babesia bovis), dificultad respiratoria, andar bamboleante, caída, seguida de muerte.
Cómo hacer el diagnóstico
Además de los síntomas citados la confirmación lo dará el laboratorio. Es conveniente enviar muestras de órganos de un animal recientemente fallecido o mejor aun sacrificando uno muy afectado.
Las muestras a enviar deben ser de aproximadamente 15 cm de largo por 10 cm de ancho y de los siguientes órganos: músculo, punta de corazón, bazo, hígado y riñón, todos acondicionados individualmente en bolsitas de plástico bien atadas para que no les entre agua y llevarlas de inmediato con abundante hielo al laboratorio.
De muchísima utilidad también será que el veterinario del establecimiento realice 3 o 4 frotis de sangre de punta de cola u oreja, los fije con alcohol metílico (metanol) y los envuelva individualmente con papel higiénico para hacer llegar todo ese material al laboratorio.
Tratamiento
Las drogas a utilizar son Diminazene (Ganasec, Tristesan, etc) y Oxitetraciclinas (Irondel, Terramicina, etc.) Siempre deben usarse simultáneamente Diminazene y Oxitetraciclinas pues el primero actúa contra Babesias y el segundo contra Anaplasma También puede usarse Imizol (Imidocarb) esta droga actúa bien en algunos casos pero nunca usarla como preventivo; es decir, como vacuna, pues no lo es.
Prevención
Existe una vacuna en doble presentación: acondicionada en forma líquida, refrigerada y otra congelada en pajuelas. Deben vacunarse de preferencia animales de entre 3 a 13 meses de edad. Con una sola aplicación, a esa edad, los animales están protegidos prácticamente de por vida.
Animales adultos pueden vacunarse siempre y cuando se tome la precaución de controlarlos diariamente por si aparecen síntomas de tristeza producto de la vacunación. En ese caso tratarlos como se mencionó anteriormente.