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Paraguay es el país número uno en la exportación de azúcar orgánica y este pedestal lo consiguió gracias a años de esfuerzo y dedicación del sector primario (productores) y la industria. Nuestra nación cuenta con materia prima de alta calidad, obtenida bajo un tipo de producción responsable y amigable con el ambiente. Su evolución permitió la introducción de diversas variedades adaptables a nuestro territorio y con buen potencial de rendimiento por hectárea. Es posible destacar la existencia de materiales tempraneros, de ciclo medio y tardíos, hecho que extiende la siega a casi ocho meses.
MAQUINARIA COLECTORA AL CAMPO
Con respecto a la producción empresarial, el proceso de cosecha es ejecutado en forma mecanizada, comentó el Ing. Agr. Miguel Ángel Adorno, jefe de cultivo de la Azucarera Paraguaya (AZPA), asentada en el distrito de Tebicuary, departamento del Guairá. “Hace 4 años, aproximadamente, el 100 % de la cosecha lo hacemos mecánicamente. Tenemos una cantidad de cosechadoras que satisface nuestra necesidad. Es una tendencia muy creciente actualmente, incluso en finca de productores particulares. Ahora, los pequeños productores de menos de 10 hectáreas ya cosechan mecánicamente y ya van adaptando su suelo para usar implementos”, dijo. Es posible considerar que más del 70 % de la materia prima industrializada es proveniente de una cosecha mecánica. La producción orgánica requiere mucha mano de obra, factor deficitario en el campo, por lo que el uso de maquinarias agrícolas es irreversible.
“La cosecha puede realizarse de forma casi ininterrumpida, de día y de noche. Una cosechadora tiene una capacidad máxima de cosecha de 1.000 toneladas, aunque con 600 y 700 toneladas por día, ya representa un buen rendimiento. La industria procesa las 24 horas del día, entonces, se le tiene que proveer de materia prima”, indicó.
Esta labor arranca cuando la planta tiene 12 y 13 meses, tiempo en que el vegetal produce la cantidad de azúcar requerida. Hay parcelas en la que estamos cosechando caña de 13 meses y la caña zoca, que ya fue cortada el año anterior. Si tiene un poco más de edad, igual se puede seguir cosechando, incluso caña pasado de año (24 meses), obviamente con una disminución en el contenido de jugo y la concentración de sacarosa”, agregó.
VARIEDADES
Normalmente, las variedades que se producen a nivel país son brasileñas, resultado de pruebas de investigación y adaptación en parcelas comparativas. “En este momento tenemos como diez variedades que estamos produciendo de forma comercial, de las cuales tres corresponden a toda la superficie cultivada”, refirió Adorno.
Entre los materiales más utilizados están la CTC 15 y la CTC 4, cuyo rendimiento es ideal para zonas bajas. La variedad tempranera RB 036091 fue recientemente introducida y posee alta productividad. “Estamos teniendo diferentes variedades de tal forma a que se pueda cosechar en la primera etapa, en el medio y a final de la zafra, de acuerdo a su maduración”.
RENDIMIENTOS
De acuerdo a la experiencia de AZPA, el rendimiento es de 50 a 70 toneladas por hectárea en lugares de praderas naturales y sistema de drenaje (campos bajos). Sin embargo, la cifra podría ascender a 100 a 110 toneladas por hectárea en zonas altas. La productividad depende mucho de las características y condiciones del suelo.
ROTACIÓN Y FERTILIZACIÓN
Sin importar el cultivo, existe la imperiosa necesidad de ejecutar rotaciones en las culturas para mejorar las condiciones del suelo. En el caso de caña de azúcar, una vez culminado el ciclo de producción, es recomendable sembrar abonos verdes para aportar nutrientes al suelo y mejorar su rendimiento.
Con respecto a la producción de caña orgánica, primeramente, hay que utilizar fertilizantes permitidos con certificación orgánica. “Un 40 % de nuestros insumos lo constituye el compost microbiológico, que produce la misma industria con sus residuos, y 60 % compramos del mercado”, agregó Adorno.
FERTILIZACIÓN DE PARCELAS
Si bien la colecta de la caña dulce es la labor principal en este periodo agrícola, es prioritario fertilizar aquellas parcelas que van para el segundo año (caña soca). Estas, 45 días después de la cosecha, reciben una dosis de 1.500 kg de gallinaza compostada granulada. Los cultivares comerciales utilizan, incluso, tasa variable de dosis, de acuerdo a la calidad del suelo y el rendimiento del vegetal de la zafra anterior.
Esta tarea, hoy en día, también es ejecutada con maquinaras, en la búsqueda de minimizar los costos de producción. Un equipo puede cargar hasta 8 toneladas de abono y aplicarlo por término de una hora por hectárea. “Tenemos abonadoras de 5 hileras que hacen el trabajo mucho más rápido. Eso se regula de acuerdo a la abertura del implemento y la velocidad de la máquina”, explicó el técnico de AZPA.
A nivel de productores es más creciente la utilización de productos orgánicos, de forma a reponer nutrientes en el suelo y tener mayor productividad. “Es muy importante obtener mayor rentabilidad por unidad de superficie y solo utilizando insumos se puede alcanzar. Muchos suelos están agotados y con capacidad productiva con creciente deterioro; buscando la productividad se debe introducir abono orgánico”.
(*) Jefe de cultivo de AZPA