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Ambas asistieron a la Semana de la Moda de Londres. Harrold arremetió duramente contra el gesto de Wintour, que calificó como “el colmo de los malos modales y una grave violación del protocolo real”.
“Wintour debería saber que hablar con otra persona con las gafas de sol puestas, si no es por prescripción médica, es completamente inaceptable”, contó Harrold a medios locales.
“Mantener el contacto visual durante una conversación es muy importante”, agregó el experto, quien confesó que “la única manera de que el gesto hubiera sido aceptable es que le hubiera pedido permiso antes a la reina y esta se lo hubiera concedido; algo muy improbable”.
La periodista acudió junto con la soberana británica, de 91 años, al desfile del diseñador Richard Quinn, quien fue galardonado con el primer premio Queen Elisabeth II for British Desing. Wintour, quien ocupa el cargo de editora jefe de Vogue EE. UU. desde hace 30 años, no suele dejarse ver sin sus características gafas de sol oscuras, aunque sí se las quitó durante la ceremonia en la que, el pasado año, Isabel II la nombró Dama del Imperio Británico, “por su contribución a la moda y el periodismo”.
En una entrevista concedida a la cadena estadounidense CBS, en el 2009, Wintour, de 68 años, declaró que las gafas de sol son su “armadura”. “Son muy útiles. Puedo estar viendo un desfile y nadie nota si me aburro o me está gustando”, admitió.