Fundación Dequení, ¡Vos también podés ayudar!

La Noche del Pan y el Vino de la Fundación Dequení se realizará el viernes 6 de mayo, en el Gran Teatro del Banco Central del Paraguay. Tendrá a Berta Rojas, como solista, junto con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Popi Spatocco, en un concierto inédito y exclusivo.

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Popi Spatocco es un artista que proviene de la música popular. Durante más de 20 años trabajó con Mercedes Sosa como pianista, arreglista, director y productor. Berta Rojas, concertista y guitarrista clásica paraguaya, varias veces nominada a los premios Grammy Latino. Se presentó en grandes escenarios de Nueva York, Barcelona, Londres, Irlanda y otros. Ambas figuras serán protagonistas de la tradicional Noche del Pan y el Vino, que será el viernes 6 de mayo, a las 20:30, en el Gran Teatro del Banco Central del Paraguay.

¿Cómo fusionaron dos grandes talentos? Popi Spatocco explica que el año pasado tuvo “la dicha” de trabajar junto con Berta Rojas y la Camerata Bariloche, en la dirección y producción del cedé La Historia del tango. “Fue la oportunidad de conocernos y hacernos grandes amigos. En el transcurso, invité a Berta para participar en un concierto en conmemoración del Día de la Mujer junto con la Orquesta Nacional de Música Argentina. Este concierto fue como el germen del espectáculo, que gracias a la Fundación Dequení presentaremos junto con la Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay. La idea es exhibir en un mismo concierto las músicas que son símbolos del Paraguay y la Argentina, con la presencia de Berta como solista, y los arreglos y adaptaciones para una gran orquesta. Quisimos llamar a este espectáculo Un puente entre dos cielos, ya que sentimos que la música tiene el poder de identificarnos como país, pero, a la vez, es siempre una forma de comunicación y hermandad entre los seres humanos”, dice el director.

Ahora, ¿cómo consigue ese equilibrio entre acompañar al concertista y realizar una dirección orquestal sólida y viva? “En el caso particular de las obras que abordaremos es siempre de vital importancia el arreglista, ya que son surgidas del acervo popular, muchas veces, creadas desde el hacer y no de la escritura, y concebidas para un instrumental pequeño. Entonces, es necesario un trabajo de adaptación y potenciación del material musical que tiene mucho de similitud con el del compositor, para hacer renacer esos temas musicales dentro de un organismo sinfónico. Tengo mucha suerte en este concierto, ya que, además de algunos arreglos que aportaré, tendré la oportunidad de dirigir obras arregladas por Carlos Franzzeti y Pinchi Cardozo Ocampo, dos colegas con una gran sensibilidad y conocimiento”, afirma.

Para Berta es una satisfacción muy grande ser parte de un evento organizado por una entidad que atiende las necesidades de niños en situación de pobreza, en una decena de distritos del país. “Esperamos que el público paraguayo, conocido por su sensibilidad y fuerte sentido de solidaridad, nos acompañe en esa noche, en la cual la música de Argentina y Paraguay unirán sus voces para apoyar la labor de la Fundación Dequení. Mi último concierto en casa fue exactamente cuando supe la noticia y marcábamos fecha para la cirugía. Este es mi primer concierto público en casa, después de mi recuperación. ¡Muchas emociones me esperan!”, anuncia entusiasmada.

Para la concertista, ser solidario es una manera especial de ponerse en la piel del otro, “para poder brindar, desde tus posibilidades, lo mejor en beneficio de quien te necesita. Hoy ellos, mañana nosotros. Decía el gran Eduardo Galeano que la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”.

Ambos ofrecerán un espectáculo único. Dos artistas nominados al Grammy Latino por el disco Historia del Tango, que ahora se unen con nuestra afamada Orquesta Sinfónica Nacional para transitar por obras del repertorio paraguayo y argentino, con arreglos del mismo Spatocco, de Carlos Franzetti y Mauricio “Pinchi” Cardozo Ocampo.

El repertorio de la noche del 6 de mayo incluirá versiones orquestales de Renacer, de Óscar Cardozo Ocampo; La Jornada, de Juan Manuel Acevedo; La Catedral, de Agustín Barrios; La Balada del Indio, de Ismael Ledesma, así como Taquito Militar, de Mariano Mores; Nocturna, de Julián Plaza; Café, 1930 y Nightclub, 1960, de Astor Piazzolla con Berta como solista.

A su vez, la Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay se lucirá de la mano de Spatocco, con las obras Juana Azurduy, de Ariel Ramírez; La Trampera, de Aníbal Troilo, y una suite paraguaya arreglada por Cardozo Ocampo, que consiste en un collage de grandes obras de la música paraguaya.

Spatocco “siente” que esta actividad de cruce “entre nuestras músicas populares y los organismos sinfónicos representan una oportunidad de generar nuevas espacios para el público, las orquestas y, también, los compositores”.

Cree que el público se siente repentinamente cercano a la orquesta, porque siente que le está hablando en un idioma que es el propio, el de todos los días, y para la música popular representa un ámbito de desafío y creación, de riesgo e innovación, para crear una nueva realidad sonora.

Definitivamente, la 19.a edición de la Noche del Pan y el Vino tiene el éxito asegurado y el camino libre para seguir apoyando los programas de Dequení, con el objetivo de brindar mejores oportunidades a más de 6700 niños, adolescentes y sus familias que viven en condiciones de pobreza.

El lugar

En su local, ubicado en la ciudad de Fernando de la Mora, desde tempranas horas llegan niñas y niños, donde reciben alimentación, orientación sobre higiene personal y ayuda escolar; es decir, cuentan con profesionales que asisten a los menores en sus estudios. También tienen horas destinadas al esparcimiento.

Visitar el local es sentir esperanza y percibir oportunidades de vida en niños, cuyos padres no pueden darle una mejor calidad de vida. Josías Ever Vega, por ejemplo, tiene 13 años, vive en Fernando de la Mora, zona sur. Su mamá, Silvina Brítez, trabaja como limpiadora. Karen Palacios tiene 14 años y se beneficia con el programa desde hace tres años. Su mamá trabaja en casa de familia y tiene tres hermanos que van a la tarde a Dequení. Jesús Díaz es otro adolescente que busca nuevos horizontes a través de la fundación. Mientras su mamá trabaja como limpiadora, él busca superarse, no descuidando sus estudios en la escuela San Roque González de Santa Cruz. Adán Ramírez recibe asistencia en sus estudios. “No vengo todos los días”, admite. “Solo cuando tengo trabajo para el colegio”.

Maida Candia, Sheila Alfonso, María Espínola y Milka Candia también van a la fundación y, como otros niños, avizoran un futuro mejor.

Andreza Ortigoza, directora de la institución, expresa que todos provienen de familias de escasos recursos, algunos en situación de calle. “Buscamos llegar a los que no están atendidos. Estamos en el logro de nuestros objetivos y, actualmente, asistimos a 1700 niños de Fernando de la Mora, Luque, J. Augusto Saldívar, Villeta, Caacupé, Ciudad del Este, Caaguazú, Arroyos y Esteros, y capital. Tratamos de llegar a las compañías de los pueblos del interior. Contamos con programas para la atención a la primera infancia, proteger a la niñez en riesgo, el desarrollo comunitario, la capacitación y el entrenamiento laboral”, afirma Ortigoza.

La fundación se sostiene con los aportes públicos y privados, pero cuenta también con voluntarios, quienes donan su tiempo para ayudar a los niños, además de los padrinos. Estos son personas y organizaciones solidarias que se comprometen con un aporte mensual para la atención integral de un niño o niña. Por ejemplo, alimentación diaria, atención básica a la salud, acompañamiento familiar, seguimiento académico y beca escolar. También están los socios benefactores, quienes realizan una donación mensual en la medida de sus posibilidades. El aporte sostenido de muchas personas hace posible el mantenimiento de la fundación y sus diversos proyectos.

En fin. Sin duda, la Noche del Pan y el Vino promete ser un encuentro de música, emociones y solidaridad, de tender la mano a quien necesita y ser parte del cambio, porque “ninguna sociedad puede vencer realmente a la pobreza sin hacer todo lo posible, de forma rotunda y a largo plazo, para asegurarse de que todos sus miembros tienen el derecho y la posibilidad de recibir atención sanitaria básica, comida nutritiva y una educación decente”. ¡Vos también podés ayudar!

Las entradas están disponibles

Las entradas poseen un costo de G. 250.000 y están disponibles en la Red UTS, también pueden ser adquiridas llamando al teléfono 520-519, o escribiendo al email: dequeni@dequeni.org.py. Otros puntos de venta son: Santuario Joven del Movimiento de Schöenstatt (Ceferino Vega Gaona 157 c/ Mariscal López), Banco Visión (casa matriz: avda. Santa. Teresa c/ Concejal Vargas, sucursales Palma: Palma esq. Ntra. Sra. de la Asunción y Villa Morra: Charles de Gaulle c/ avda. Mcal. López).

Por Nancy Duré Cáceres ndure@abc.com.py

Fotos ABC Color/Gustavo Báez.

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